Opinión

Podas

NO VA a valer para nada, porque ya se conoce el percal, pero que conste una vez más: las podas que se llevan a cabo en esta bimilenaria y amurallada ciudad no tienen perdón de Dios. El podicidio (valga la palabreja) es especialmente grave en lo referente a los plátanos ornamentales (ornamentales por su vocación, pero vocación absolutamente frustrada por los podicidas). Estos ‘artistas’ han logrado que el otoño amarillo de las hojas, una de las épocas más bonitas de cualquier árbol caducifolio, no exista para los plátanos, pues con sus salvajes podas consiguen que no puedan brotar hasta casi el verano y vuelven a ser cortadas por lo sano antes de que amarilleen.

Comentarios