Opinión

Vergüenza 4

COMO ERA de temer, habiendo lo que hay en el Gobierno y alrededores, la lista de columnitas tituladas ‘Vergüenza’ crece rápidamente. En ésta se juntan dos vergüenzas. Una, la acusación al juez Llarena por parte de un prófugo de la Justicia española, encausado por gravísimos delitos. Más que el hecho en sí, cómico si no fuera sintomático, lo vergonzoso es la inicial inhibición del Gobierno ante tamaña aberración. Segunda vergüenza: la misma inhibición del mismo Gobierno español ante el acoso a los ciudadanos que se oponen a los lazos amarillos que significan un apoyo a presos de la Justicia y una defensa del anticonstitucional independentismo de una parte de España. 

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