Opinión

La izquierda más tonta del mundo

LLEVAMOS SEMANAS de idilio entre PSOE y Podemos o, lo que es lo mismo, Pedro y Pablo, y como en todas las parejas, y esta no es una excepción, siempre hay uno que consigue que el otro sea el que se sume a las comidas de los domingos en casa de los suegros con los cuñados. Y al parecer, es el de Podemos el que ha logrado que sea el del PSOE el que baile al son que él toca. Subidas de impuestos, cambios de política sobre Venezuela, ambigüedad sobre el conflicto de Cataluña o negociar presupuestos en la cárcel son sólo algunas de las capitulaciones matrimoniales de esta unión. 

Raphaël Glucksmann, autor de 'Mayo del 68 explicado a Nicolas Sarkozy', escrita a medias con su padre el filósofo André Glucksmann, tiene un ensayo político titulado 'Les enfants du vide' (Los hijos del vacío), que debería ser de lectura obligatoria para el doctor Sánchez. En él analiza la deriva de la izquierda que cree “encontrar su salvación en la exaltación de las reivindicaciones esencialistas de las minorías”, que es precisamente lo que ha hecho el PSOE para alcanzar y mantenerse en el poder, pactando con fuerzas presuntamente de izquierdas pero que en el fondo sólo responden a intereses nacionalistas o de minorías, sin ninguna visión de Estado.

“El repliegue sectario y la denuncia reiterada de reaccionarios y fachas camuflan mal el vacío doctrinal. Hay que acabar con la izquierda más tonta del mundo”. Esta frase de Jean Pierre Le Goff, sociólogo de izquierdas, crítico con la evolución del socialismo, recogida en el semanario L'Obs. Habla de los males del Partido Socialista galo pero bien podría ser de aplicación a nuestro PSOE. 

Pero volviendo a los enamorados, como si de capuletos y montescos se tratase, han conseguido aunar a las izquierdas españolas y antiespañolas, y si en Madrid firman la despenalización de las ofensas a la Corona, al día siguiente en Cataluña la horda podemita reprueba en el Parlamento al Rey y reclama la república. ¡Si esto no fuese trágico, sería grotesco! Incluso la madrina de la pareja, Margarita Robles, a la sazón ministra de Defensa, que tras borrar hasta los anuncios del desfile militar del 12 de Octubre, Día de la Hispanidad, para no molestar a comunistas venezolanos e independentistas catalanes, socios de su Gobierno, dice que los que silbaron al “Doctor Fraude” faltaron al respeto, nada más ni nada menos que a las instituciones y a los símbolos españoles. ¡Eso es nada!, y hace que me cuestione la máxima personal de que los cretinos están distribuidos de forma bastante igualitaria en todas las ideologías políticas. 

Estos “progres” tan preocupados por los derechos y la vida democrática, tendrían que tener presente aquello que escribe Glucksmann, “no abordan más que un lado del contrato social, el de los derechos. Patinan en los deberes que corresponden a esos derechos. La ciudad ideal, en su visión, permite hacer lo que se quiera, vivir como cada uno entienda. Muy bonito. Pero falta un horizonte de sentido común a esos derechos y a esas libertades”.

Ahora que España aborda un largo ciclo electoral, convendría que el PSOE recuperase el juicio y revisase con seriedad sus posiciones y no lo fiara todo a la geometría variable de acuerdos con fuerzas que sólo buscan chantajear al Estado. Salvo que lo que pretendan es disputar a sus compañeros franceses el título poco honorífico de ser la izquierda más tonta del mundo.

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