Opinión

Miedo a mujeres piloto

CONOCÍ A UN directivo que por su profesionalidad fue premiado por la empresa con una estancia en el Caribe y unos minutos antes de subir al avión le entró tal angustia y miedo a volar -a saber las escenas que pasarían por su cabeza-, que renunció al viaje.

No es un caso único, ni siquiera extraño. El miedo a volar afecta a un 25 por ciento de la población y los expertos apuntan como causas más comunes el hecho de que te saquen del hábitat para llevarte a las alturas, el miedo a espacios cerrados, a un secuestro, a las turbulencias o a no poder controlar la aeronave que, naturalmente, manejan los pilotos.

Como pueden comprobar, entre las causas de la aerofobia no figura el que los mandos del avión estén a cargo de una mujer y, aunque parezca increíble, eso ocurrió en Miami cuando un vuelo comercial de American Airlines iba a emprender viaje a Buenos Aires y varios pasajeros decidieron no volar al saber que la aeronave estaba pilotada por dos mujeres.

Observen que ni el aeropuerto, ni la compañía aérea son del tercer mundo, sino que pertenecen al país más desarrollado y rico de la tierra. Claro que eso no significa que esté libre de ciudadanos ignorantes y torpes como los que protagonizaron este incidente que seguramente nadan en la abundancia y les sobra dinero, pero desconocen el papel de la mujer en la sociedad.

Por poner algún ejemplo, no quieren saber que el candidato con serias posibilidades a presidir su país es mujer; que los jefes de gobierno de las dos primeras economías de Europa son mujeres; o que en numerosos países, también en USA, las mujeres han demostrado tener conocimientos, habilidades y capacidad de trabajo para desempeñar con solvencia puestos de relevancia en la política, la administración, la magistratura, la investigación, la enseñanza y la empresa. Incluido el pilotaje de aviones, que ejercen con una exquisita profesionalidad. Y si quieren saber algo más grande del papel desempeñado por la mujer en la sociedad, que vengan a Galicia.

Las compañías aéreas ofrecen cursos para superar el miedo a volar y American Airlines debe incluir una unidad didáctica para pasajeros como estos que aún dudan de la capacidad de la mujer para pilotar aviones. Los profesores tendrán que esforzarse porque en los EE.UU, que tanto idolatramos, aún hay tarugos que llevan incrustada en sus entrañas la misoginia, que ahora parece agradar al populismo de Trump que se está instalando en aquel país.

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