Opinión

Policías al banquillo

Rescato dos noticias relacionadas con los sucesos del 1-O en Cataluña publicadas en enero con poco alarde tipográfico. El titular de la primera (25 enero) decía: El juez deja a un paso del banquillo a 45 policías nacionales, cinco de ellos gallegos, por las cargas del 1-O. Los agentes estaban en Barcelona para cumplir la orden del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de impedir el referéndum suspendido por el Constitucional, y su señoría cree que en algunos casos su actuación fue desproporcionada.

Hay que ponerse en la piel de los agentes y en la violencia ambiental que les rodeaba. Describí en mi comentario del 11 de octubre de aquel año las calamidades que pasaron los 400 guardias civiles gallegos desplazados a Barcelona que sufrieron acoso en forma de insultos, hostigamiento, escraches, restaurantes que les negaron la cena, taxistas que no les recogieron, gimnasios que les echaron… Sigo pensando que su equilibrio emocional y su responsabilidad mantuvieron el orden y evitaron males mayores.

La segunda noticia (17 enero) corrobora el odio y la persecución a las fuerzas del orden en aquel octubre. Al día siguiente del referéndum ilegal dos tenientes de alcalde del PSC de Pineda del Mar fueron al hotel donde pernoctaba un grupo de policías. "Prevaliéndose de la autoridad que representaban, dice la Audiencia de Barcelona, conminaron a la dirección a expulsar a los agentes de la Policía Nacional que se alojaban en el establecimiento", amenazando al dueño con el cierre del hotel por cinco años. Los ediles reconocieron los hechos y acaban de ser condenados a un año de cárcel.

No me resisto a recordar que en los disturbios de Barcelona en octubre de 2019 al conocerse la sentencia condenatoria de los líderes del procés, el policía de San Cibrao Ángel M. Hernández, de 45 años, fue herido de gravedad por los impactos de adoquines. Y el antidisturbios de Vigo Iván Álvarez, que tenía 42 años, estuvo en coma tras ser golpeado en la cabeza. Las secuelas de las lesiones jubilaron prematuramente a ambos agentes y el TSXG ordenó la semana pasada indemnizar a Iván con 165.000 euros.

Cierro este comentario con el tuit que publicó Arturo Pérez Reverte al conocer la primera noticia: "Los golpistas a la calle, limpios de polvo y paja, y los policías al banquillo. Y el ministro Marlaska, con la boquita cerrada por si le entran moscas. Es asombroso. Con la edad que tengo todavía hay cosas que me producen náuseas".

"Yo estaré en el banquillo y Junqueras podrá sentarse detrás como público", dice un agente procesado. No tengo más preguntas, señoría.

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