Opinión

La sintonía Sánchez-Scholtz

De momento el país aguanta con todo, pero la herencia política y económica que dejará puede ser inasumible

Es manifiestamente mejorable y, pese a su condición de socialdemócratas, hay importantes diferencias entre ellos. La primera es su trayectoria política

El canciller Scholz fue ministro de Finanzas de en el gobierno de centro derecha de Angela Merkel para dotar a su país de un ejecutivo fuerte y estable al frente de la Unión Europea. El presidente Sánchez patentó en la oposición el "no es no" al Gobierno de Rajoy y tuvo a España bloqueada durante dos años. Desde que preside el ejecutivo, no habla con el jefe de la oposición sobre los problemas de España, tampoco de la crisis de Ucrania. Una anomalía democrática. 

Scholz y Sánchez discrepan también sobre el Pacto de Estabilidad y las reglas fiscales de la UE, ahora en suspenso. El Pacto, dijo Scholtz, "nos dio el marco para el fondo de recuperación y sobre esa base caminará Europa". Es decir, un nuevo canciller con el viejo pensamiento de Merkel. Para el presidente español "las reglas fiscales son complejas y difícilmente cumplibles, hay que reformarlas". 

Pero después de escuchar al canciller, el Gobierno de España debería iniciar una "transición suave" del gran festival del gasto público hacia la disciplina fiscal que, si persiste la inflación, acabará imponiendo el Banco Central Europeo. 

De momento el país aguanta con todo, pero la herencia política y económica que dejará puede ser inasumible

La tercera diferencia está en la composición de sus gobiernos. Scholz gobierna con liberales y verdes, dos partidos que respetan el Estado de Derecho y quieren a Alemania. Sánchez gobierna en coalición con los comunistas de Podemos y se apoya en Esquerra Republicana que declaró la independencia de Cataluña y sus dirigentes fueron condenados por sedición y malversación. También tiene como socio preferente a Bildu que homenajea a terroristas y no condena sus crímenes. ¿Alguien imagina al canciller gobernando con partidos que desprecian e incumplen la Constitución y quieren destruir el Estado federal? 

Hay más diferencias. Frente al rigor democrático de Scholtz, Sánchez respeta poco el orden institucional, huye del Parlamento, cambia de principios al estilo Groucho, margina al jefe del Estado, quiso controlar al poder judicial, excluyó de un briefing sobre los fondos europeos a medios que considera poco afines, enterró la transparencia prometida… 

Son dos formas de socialdemocracia. Scholtz mantiene la seriedad democrática alemana, el objetivo de Sánchez es permanecer en el poder y a cambio concede lo que pidan sus socios, los que dicen "nos importa un bledo" la gobernabilidad de España. 

De momento el país aguanta con todo, pero la herencia política y económica que dejará puede ser inasumible.  

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