Opinión

Bienvenido Mr. Sánchez

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QUIZÁ NUESTRO presidente de Gobierno espere a partir de ahora ser recibido con pancartas de Bienvenido Mr Sánchez allí donde se presente. Él y sus generosas dádivas. Esas que va anunciado día sí, día también, a modo de desesperado intento por taponar la creciente fuga de votos que las estadísticas (y las recientes elecciones en Andalucía) pronostican para su partido.

Sin embargo, lejos de calificar como un acierto o como un éxito todos esos anuncios de ayudas y más ayudas, yo los entiendo como una manifestación rotunda y palpable del fracaso de todas sus políticas. Cuando un Gobierno hace los deberes y procura para sus ciudadanos riqueza y calidad de vida, no son necesarias limosnas.

Lo contrario ocurre cuando, como en este caso, todas las medidas que se llevan tomado desde hace cuatro años no nos llevan más que a la ruina. Entonces, lógicamente, la única solución, por mucho que sea pan para hoy y hambre para mañana, es taponar las heridas y tratar que la víctima no se desangre y fallezca. Y en esas estamos.

Ahora resulta que el Gobierno va a gastar no sé cuanto dinero del presupuesto público en entregar 200 euros a las rentas menores de 12.000 euros. Jamás diré yo que no hay que ayudar a las personas más desfavorecidas. Pero creo que la mejor manera de hacerlo no es con parches como este, sino procurando una sociedad que permita que esas personas pueda acceder, por ejemplo, a un trabajo mejor remunerado. Si ese dinero se hubiese canalizado hacia el desarrollo productivo, en aquellos que generan empleo y riqueza, sin duda repercutiría en un retorno mucho mayor. De ahí que considere que no tiene ningún sentido que Pedro Sánchez saque pecho antes este tipo de medidas y de ayudas, porque, insisto, no son más que el reflejo fehaciente de su propia incapacidad y del fracaso de sus políticas.

Un fracaso que se constata también de manera dolorosa en la comparativa que hace unos días se hizo pública respecto al crecimiento de la renta per cápita desde el 31 de diciembre de 2017 hasta el 31 de diciembre de 2021 en los 27 países de la Unión Europea. Según esa estadística España es el país de la UE que menos ha incrementado su renta per cápita en estos 4 años. Exactamente el poder adquisitivo de los españoles ha crecido 490€. Menos incluso que Grecia (690€), Italia (1.100€) o nuestros vecinos de Portugal (1.510€). Ya no digamos nada respecto a los países que ocupan la cabeza como Irlanda (22.160€) o Luxemburgo (16.390). Ni siquiera respecto a la media de la UE, que se sitúa en 2.950€ más que en 2017. España ha incrementado la renta per cápita de sus ciudadanos seis veces menos que la media de los europeos.

Si a eso le añadimos que la inflación en este cuatrienio se sitúa en nuestro país en torno a un 20%, ya podemos hacernos una idea de a donde ha ido a parar nuestro poder adquisitivo. Esa y no otra es la cruda realidad, Mr. Sánchez. Así que mejor no espere pancartas.

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