Opinión

No dejemos que la historia se repita

No consintamos que la historia se repita. Y cuando digo esto me refiero a lo acontecido con la mal llamada “gripe española”, que mató a más de 40 millones de personas en todo el mundo entre los años 1918 y 1920. En aquella ocasión acabamos acuñando la paternidad de una pandemia que en absoluto nació en nuestro país.

De hecho, está corroborado que los primeros casos se dieron en el centro de Europa, desde donde la gripe pasó a España. Al ser el nuestro un país neutral en la I Guerra Mundial, no censuró la publicación de los informes sobre la enfermedad y sus consecuencias, a diferencia de los otros países centrados en el conflicto bélico. Y eso fue, precisamente, lo que provocó que la epidemia se conociese como la “gripe española”, a pesar de que para nada nuestro país fue el epicentro de aquella pandemia.

Evidentemente la situación y los contextos son muy distintos en la época actual. Pero puede que no lo sean tanto los resultados finales. Multitud de medios nacionales e internacionales se hacen eco estos días de los numerosos rebrotes de contagios de la covid-19 que se están dando en España. Hasta el punto de que daría la sensación de que es nuestro país el único en el que esto está pasando.

Nada más lejos de la realidad. Por una parte hay un incontable número de países que no es que estén sufriendo rebrotes, es que aún están en la primera fase de la pandemia. Pero incluso dentro de los de nuestros entorno los rebrotes son algo mucho más frecuente de lo que los medios dan a entender.

Hace unos días coincidí con un empresario que trabaja mucho el Italia y me dijo «¿qué piensas, que en Italia no hay rebrotes? Los hay, y a diario, pero no los proclaman a los cuatro vientos».

¿Por qué entonces ese interés por presentar a España como un destino peligroso, más expuesto que cualquier otro a riesgos de contagios? ¿No tendrá acaso algo que ver en ello que la cadena de televisión más vista de España sea de capital italiano o que el grupo editorial más grande de este país sea también de propiedad transalpina?

Permítanme por una vez ser malpensado. No creo que toda esta contaminación informativa sea casualidad. Máxime en un momento en el que Italia le disputa a España el cetro como principal destino turístico veraniego. Ellos sí que hacen patria. Y tienen los medios para hacerlo. Aquí, como tantas veces, pecamos de ingenuos y pusimos a muchos sectores estratégicos, incluido el de los medios de comunicación, en manos extranjeras a cambio del chocolate del loro. Y ahora nos lamentamos. O nos lamentaremos.

Está claro que la situación actual es difícil de gestionar. Y que se están cometiendo muchos errores. Es normal en un país en el que casi hay más administradores que administrados. Pero ello no nos debe hacer perder de vista el objetivo común. Que no es otro que defender a nuestro país, a su economía y a sus gentes.

Seamos cautos y responsables y no dejemos que otra vez nos carguen el muerto de una pandemia, de la que ni fuimos los precursores ni los que peor parados salimos.

Me despido de ustedes por unas semanas. Confío en tenerles de nuevo ahí en septiembre. Hasta entonces, disfruten del verano con mucho ánimo y mejor salud.