Opinión

Ence le pertenece al sur

A CADA quien sus méritos, escuchamos que nos reclaman en muchas ocasiones. Pero a cada cual, también sus responsabilidades, deberíamos exigir los ciudadanos. Viene esto a cuento de las últimas informaciones que este diario ha publicado en relación con el posible traslado de Ence a municipios de la vecina provincia de A Coruña.

Y es que cabe recordar que fueron los Gobiernos los que decidieron en su día colocar Ence en la localización que en la actualidad ocupa. Que fueron los Gobiernos los que concedieron la prórroga de su concesión. Y que fueron los Gobiernos los que decidieron allanarse en el recurso ante esa prórroga. Es por tanto a los Gobiernos a quienes les incumbe la responsabilidad en torno a la situación de la celulosa y de su posible nueva ubicación.

Leí este fin de semana que la vicepresidente tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha desvelado el interés de los concellos de Cerceda y As Pontes por albergar el complejo industrial ahora sito en Lourizán. Y no solo eso, sino que a la ministra esa opción le parece "viable" y que podría conllevar una inyección adicional de fondos públicos.

¡¡Otra!! Otra más que se nos escaparía en dirección norte. Porque no tenemos que olvidar que, en los años que llevamos desde que tenemos autonomía, en la provincia de A Coruña se han invertido ingentes cantidades de fondos públicos en la construcción de dos puertos exteriores, en la Cidade da Cultura o en la conexión para la entrada directa del Ave a Galicia. Además de que se trata de un territorio que nos triplica en número de camas hospitalarias y que cuenta con un número considerablemente superior de titulaciones universitarias.

Por el contrario, no sé si usted, lector, recordará alguno, pero a mí no se me viene a la cabeza ni un solo proyecto emblemático de dinero público que haya caído en la provincia de Pontevedra en muchos lustros. Ni uno.

Pero ni por esas. La ministra cree que después de haber sufrido durante décadas las consecuencias de la actual localización de Ence, los pontevedreses no somos merecedores de acoger su nueva ubicación. Ni, por supuesto, el mantenimiento de los empleos ni la inyección económica que asegura que va a acompañar ese traslado.

Un auténtico despropósito. Diría más, una auténtica desvergüenza. En el caso de que Ence por fin se reubiqua, si alguien merece acoger sus nuevas instalaciones es, precisamente, la comarca de Pontevedra. Y por eso deberían luchar todas las fuerzas políticas, con independencias de sus colores. Porque es de justicia. Y porque nuestros dirigentes están para eso. Para defender el interés general, y en este caso lo es. Para buscar inversiones, y en este caso las hay. Y para gestionar el dinero público que, por lo que se ve, en este caso no ha de faltar. De no hacerlo, es mejor que dimitan en bloque.

Pontevedra necesita proyectos emblemáticos que la ilusionen. Y las nuevas instalaciones de Ence, con las inversiones y los puestos de trabajo que ello generaría, podría ser uno de ellos. Así que apremiemos a los técnicos de la Universidad de Vigo para que proponga una ubicación y exijamos al Gobierno para que deje de mirar al norte a la hora de buscar soluciones a este caso. Que también las tenemos aquí, muy cerca.

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