Opinión

Gestionar la incertidumbre

El guitarrista de Tui presenta su último trabajo discográfico en la Huerta de San Vicente

ATRIBUYE ASÉPTICAMENTE la Real Academia Española a la palabra "política" la definición de "arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados". Si indagamos etimológicamente comprobamos que el término "política" viene de una expresión griega que, trasladada a nuestros días, vendría a significar algo así como "el arte propio de los ciudadanos para vivir en sociedad". Pues bien, de la forma que yo la tiendo, la política no es sino el conjunto de actuaciones llevadas a cabo por los gobernantes con el único objeto de que los individuos de una sociedad mejoren su calidad de vida, sus rentas, su educación y su sanidad, respetando siempre sus libertades individuales fundamentales.

Eso es lo que yo espero siempre de los políticos. Por más que una y otra vez me sienta decepcionado. Y eso también, por tanto, es lo que esperaré del nuevo gobierno presidido por Alberto Nuñez Feijóo. Confío sinceramente en que en su cuarta legislatura al frente de la Xunta Feijóo nos va a dar más de lo que hemos visto hasta ahora. Que tampoco es mucho confiar, ni demasiado pedir. No podemos olvidar que cuando en 2009 llegó a la presidencia, en Galicia trabajaba más gente que hoy y que sectores como el energético, el financiero, telecomunicaciones y parte del industrial estaba en manos gallegas, cosa que hoy no ocurre.

Así pues, en este su cuarto y, se supone que, último mandato Núñez Feijóo tiene ocasión de que la historia le haga justicia, dejando una comunidad autónoma  mejor que la que encontró.

He de reconocer que me ha sorprendido el continuismo de su Gobierno. Esperaba algún cambio más, algún soplo de aire fresco, alguna renovación significativa, sobre todo teniendo en cuenta el tremendo momento que vivimos. Porque sigo echando en falta perfiles profesionales y me siguen sobrando perfiles políticos o tecnócratas.

Un Gobierno debe ser también una representación de la sociedad. Y yo en este caso echo en falta personas que con anterioridad a su paso por la política hayan sacado adelante proyectos en el mercado libre. Que hayan demostrado que tienen capacidad de gestión y de liderazgo, que son capaces de generar empleo y riqueza, que tienen iniciativa emprendedora, que no les asustan los retos por grandes que sean. Porque si es un reto estar al frente de una consellería, les aseguro que no lo es menos sacar adelante una empresa. Máxime en el momento actual.

Echo en falta gente que tenga experiencia en ganarse la vida. Pero fuera de la política y de la administración pública. No me cabe ninguna duda de que nos vendrían muy bien ese tipo de personas para aportar soluciones a los muchos y graves problemas que nos acucian. Porque son personas que están acostumbradas a gestionar la incertidumbre. Con eficacia. Sin estrés. Porque legislar es muy fácil cuando sabes con certeza que personalmente no tienes nada que perder. Lo difícil es hacerlo cuando en ello te va algo más que el honor. Y eso, quienes vivimos de sacar día a día adelante nuestros negocios, lo sabemos bien.

Deseo que en esta legislatura Alberto Núñez Feijóo consiga lo que no consiguió en las tres anteriores: que Galicia en España no sea más que otros, pero tampoco menos que nadie. Ese es el gran reto.

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