Opinión

Legislar in extremis, otra dosis de humo

CAUSA SONROJO, cuando no directamente vergüenza, comprobar como hay quien pretende ganar unas elecciones legislando in extremis, a golpe de decretazo, en el último minuto. Y así, aprovechan la agonía de esta caótica legislatura para tomar una serie de medidas de presunto calado social con las que se pretenden mejorar ciertas cuestiones. Como ha sido el caso, por ejemplo, del tema de los alquileres. Entre otras cuestiones, la nueva legislación limita las subidas anuales de los precios de los alquileres al incremento del IPC para todos los contratos nuevos.

Dudo de la eficacia de la medida. Entre otras cosas, como he leído en algún lugar, porque es ridículo pensar que cualquier medida que perjudique a los propietarios necesariamente será buena para los inquilinos. Si realmente se quiere ayudar tanto al inquilino como al propietario, como debería reflejar el espíritu de la ley, habrá que tomar otras medidas, como por ejemplo quitar carga impositiva.

Vayamos a un ejemplo concreto que resulta siempre mucho más gráfico que las divagaciones abstractas. Yo mismo tengo un negocio en un ayuntamiento de menos de 5.000 habitantes por el cual pago solo de IBI cerca de 2.000 euros anuales. Añadámosle que la factura eléctrica mensual del citado negocio se sitúa en torno a los 500 euros. Hagan números.

Evidentemente, si yo quisiera alquilar ese espacio debería contemplar en su precio lo que pago anualmente de impuestos. Y el arrendatario tendrá que saber de antemano los gastos que tendrá que asumir por los servicios de luz, agua, alcantarillado, recogida de basura, etcétera. Si unimos una cosa a la otra no será fácil que yo pueda alquilar mi negocio. Y otro tanto ocurrirá con las viviendas.

Si de verdad el Gobierno quiere ayudar a regular el alquiler, hay dos medidas muy concretas que sí que podrían resultar verdaderamente eficaces. La primera, eliminar el IBI, de modo que el propietario pueda desquitar ese importe del coste anual del precio del alquiler y resulte más económico para el arrendatario. La segunda, que se establezca de una vez el pago de la energía eléctrica por consumo y no por potencia y que se le aplique a la luz el IVA súper reducido, como bien o servicio de primera necesidad, que sin duda lo es.

Pero no, la cuestión se legisla exactamente en la dirección contraria. Y haciendo las cosas al revés así nos va. Con lo fácil que sería aplicar tan sólo el sentido común.

Se habló en su día de imponer un impuesto a la banca. Volvemos a lo mismo. Si lo que realmente se busca es ayudar a la gente, vayan a lo concreto y prohíban las comisiones. Verán como así todos disponemos de un saldo mayor.

Se habló de implementar ayudas para fomentar la natalidad y paliar el saldo vegetativo negativo. Pues bien, eliminen los peajes de las autopistas. Ello implicará de inmediato muchos cientos o miles de muertos menos en nuestras carreteras. He ahí una solución directa y eficaz.

Pero no, lo que pretenden es, una vez más, vendernos humo. Lo que ocurre es que el pueblo, por desgracia, ya está más que convenientemente ahumado y ya no compra más.

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