Antes que nada, un mensaje de optimismo y de esperanza. Todo esto pasará y de ésta también saldremos. Es imposible aventurar cómo ni cuándo, pero todo esto va a pasar. Y volveremos a una situación que quizá ya nunca sea de normalidad, tal y como hasta ahora la concebíamos, pero que, desde luego, no será ésta tan dramática en la que nos vemos sumidos ahora.
Aparte de mis medidas de higiene personal intento también estos días llevar a cabo medidas de higiene mental. Una de ellas es no saturarme de cifras ni de estadísticas. Aun así, a algunas resulta imposible permanecer ajeno.
Una de ellas es que España acumula una quinta parte de los fallecidos en todo el mundo durante la crisis del coronavirus. Coincido con las voces que proclaman que no es precisamente el momento Medidas de higiene mental más oportuno para exigir responsabilidades ni se trata de poner palos en las ruedas. Pero llegado el día alguien tendrá que asumir sus responsabilidades. Porque no fuimos ni el primero ni el segundo país al que llegó la pandemia. Y sin embargo sí que somos en el que más estragos está causando, proporcionalmente también en el contagio de nuestro excelentes sanitarios. Que España esté aportando la quinta parte de los muertos mundiales por coronavirus es el incuestionable reflejo de que algo no se ha hecho bien.
Dicho lo cual, vayamos a las consecuencias que la situación generada por el Covid-19 está provocando entre el empresariado. De modo privado y como presidente de una asociación empresarial he reclamado una moratoria y suspensión en el pago de los servicios estratégicos e impuestos. En el momento actual nuestras empresas están cerradas por obligación y nosotros confinados, lo cual en la práctica se traduce en la no existencia del libre mercado. Pues bien, en una situación así a nuestras empresas cerradas! no pueden seguir llegando cargos, día sí y día también, de servicios estratégicos, como los bancos, las energéticas o las comunicaciones. Repito, las normas han cambiado. Y si lo han hecho, deberían hacerlo para todos. Los sectores estratégicos no estás intervenidos, continúan prestando sus servicios. Pero nosotros sí, intervenidos y paralizados. Urge que los representantes institucionales tomen cartas en el asunto y eviten esta sangría económica que padecemos.
Un último asunto. La semana pasada solicitaba públicamente al Sergas desde esta sección, algo que ya le había pedido de forma privada, que por favor me hiciese llegar el dato de con cuántas camas UCI cuenta el áreas sanitaria Pontevedra/ Salnés. Pues bien, sigo sin ese dato, lo cual me intranquiliza bastante. Sobre todo teniendo en cuenta que este área sanitaria atiende a una población de en torno a 250.000 personas, pero que durante estos días seguramente se ha visto incrementada ya que fueron muchos quienes antes de que se decretase el estado de alarma se trasladaron a sus segundas residencias en zonas como Sanxenxo, San Vicente do Mar, A Toxa, Illa de Arousa, Cambados…
"Preparad camas en cuidados intensivos porque las necesitaréis", aconsejaba a los españoles hace unos días un médico de Lombardía, que de esto sabe porque lo ha vivido antes que nosotros. Es por ello que de nuevo solicito al Sergas que nos diga cuantas camas UCI se han habilitado o se van a habilitar en nuestra área sanitaria. Quizá sabiéndolo puede que nos sintamos un poco más tranquilos.
