Opinión

La quimera de la igualdad

Qué ansia tienen los partidos políticos por apropiarse de los grandes conceptos del humanismo. Y mal saben el grave daño que con ello les genera. Palabras como libertad o igualdad, que forman parte de la esencia misma del ser humano, deberían quedar al margen de ideologías y, por supuesto, de enfrentamientos políticos. Por que son, o deberían ser, patrimonio fundamental de todos nosotros. 

Hemos visto esta semana como un determinado partido ha tratado de apropiarse del concepto de libertad. No es algo nuevo ni exclusivo. Hace tiempo que la bancada de enfrente hizo lo propio con el de igualdad. Y ahí seguimos. 

Presume la izquierda de que en su ADN llevan impreso el concepto de igualdad. Hasta que llega uno de sus partidos y habla de asimetrías... Pero, en fin, dejemos las incongruencias al margen y centrémonos en el meollo de la cuestión. En este momento tenemos una vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, que es gallega y que es de esas personas que presumen de llevar la igualdad en su ADN. Pues bien, ha llegado la hora de demostrarlo. 

Y para ello no tiene más que hacer caso al responsable de su partido en Galicia, Antón Gómez- Reino, quien hace tan solo unas semanas llamaba al "rescate de la AP-9" para ir "más allá" de abonar 50 millones al año para rebajar peajes. Y que días después señalaba que “la transferencia de la AP-9 a Galicia debe ser el primer paso para que sea pública y gratuita”. 

Presume la izquierda de que en su ADN llevan impreso el concepto de igualdad. Hasta que llega uno de sus partidos y habla de asimetrías...

Si esa es verdaderamente la idea que tiene su partido respecto al futuro de la AP-9, qué mejor ocasión que contar con una vicepresidencia del Gobierno para llevarla a cabo, ¿no? 

Cabe aquí recordar que para viajar por carretera entre Valencia y Alicante (dos ciudades de la comunidad del ministro de Transportes, José Luis Ábalos) hay dos alternativas, una autovía y una autopista, y que ambas son gratuitas. En Galicia para realizar un trayecto parecido, como podría ser desde Baiona hasta A Coruña, tenemos que pagar 20 euros en un vehículo particular o hasta 42 euros si se trata de un transporte pesado. ¿Podemos entonces hablar tan alegremente de igualdad? Es evidente que no. Ya solo por ese sobrecoste las empresas o los autónomos gallegos son menos competitivos que los valencianos. 

Así que aprovecho la ocasión para solicitar a Yolanda Díaz que, de una vez por todas, coja este toro por los cuernos y libere el peaje a la movilidad en nuestra comunidad. Y le recuerdo que no estoy pidiendo nada que no tengan otros. El paradigma de la igualdad. 

Además, de paso, no solo cumplirá con los gallegos, sino que también le haría un buen favor a su formación, que podría empezar a recuperar el crédito y el terreno electoral que ha ido perdiendo en Galicia en las últimas convocatorias electorales.

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