Opinión

Un paso adelante

HAY EN el mundo político personas que, por mucho que ahora se las presente como una renovación natural, en realidad llevan prácticamente toda su vida dedicada al ejercicio de esa actividad. No son para nada unos recién llegados. Hay una enorme trayectoria y experiencia detrás de su salto a la primera línea de la élite política.

Es el caso, por ejemplo, de quien a todas luces se postula como el nuevo presidente de la Xunta de Galicia. Y no cabe otra más que desearle éxitos, en tanto que sus éxitos deben significar mejoras para el conjunto de la sociedad gallega. Pero no solo es momento de desear éxitos sino de arrimar el hombro también. De ofrecer la experiencia y los conocimientos con los que, al igual que él en la política, nosotros contamos en nuestros ámbitos profesionales o mercantiles.

Con frecuencia se critica la falta de compromiso del empresariado a la hora de asumir iniciativas políticas. Se nos dice que nos quejamos mucho pero que no damos el salto. Bueno, pues esta coyuntura de renovación en el poder autonómico puede suponer un extraordinario momento para que quienes sí tenemos ese tipo de inquietudes, avaladas por el pequeño éxito o el reconocimiento de nuestras trayectorias empresariales, demos un paso adelante y ofrezcamos nuestra mano tendida.

En mi caso, mis inquietudes y mi compromiso tienen que ver fundamentalmente con el turismo y el modelo de desarrollo que para este sector queremos en Galicia. La experiencia acumulada a lo largo de los años al frente de negocios, reconocimientos incluidos, me lleva a apostar por un modelo de turismo que de verdad suponga un beneficio para quienes desarrollan sus actividades económicas vinculadas a este sector. No creo que el objetivo primordial sea el volumen o alcanzar un determinado número de millones de visitantes sino procurar obtener el máximo rendimiento de aquellos que nos lleguen. Para lo que necesariamente debemos apostar por un turismo de calidad. Un turismo que no pierda de vista la tradición pero que contemple también la sofisticación. Que tenga en cuenta las cuestiones que hoy decantan el optar por un destino u otro, como son la sostenibilidad, la calidad en los servicios o la variedad de la oferta de los mismos en consonancia con los nuevos intereses de los viajeros.

No quiero que Galicia siga siendo uno de los destinos más baratos de Europa ni pretendo que sea de los de mayor afluencia. Lo que deseo es que se hable de nuestra comunidad como un ejemplo del turismo de excelencia, del turismo de autor. Porque eso implica una mayor rentabilidad en los negocios, lo que a su vez implica mayores beneficios, mayor aporte a la sociedad , invertir en mejoras y, cerrando el circulo, aún más excelencia.

Ese sería el leit motiv de mi propuesta, esa que estoy dispuesto a defender desde el más absoluto compromiso con mi tierra y mi sector. Porque yo ya tengo mi medio de vida, lo que me permite ofrecer en primera persona mi colaboración y mi proyecto de manera desinteresada, sin requerir siquiera de una compensación económica. Insisto, se trata únicamente de una cuestión de compromiso, de poner en valor el sector y de propiciar un futuro mejor para el conjunto de los gallegos.

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