Opinión

483 años de servicio

Un año más y son ya 483, los años de servicio a España. La Infantería de Marina estuvo hace unos días de cumpleaños. Los medios informativos, como siempre, se ocuparon muy poco del asunto. Una pequeña y triste referencia que leí decía que el Tercio de Armada, era la infantería de marina más antigua del mundo. Y señalaba que esta unidad de la Armada celebraba su aniversario "fiel a su legado de antigüedad" y con una serie de sencillos actos en las ciudades Ferrol, Madrid, Cartagena, San Fernando y Las Palmas. Ya se sabe que en este país acomplejado y lleno de políticos retraídos son mucho más importantes y transcendentes los cumpleaños de Chavelita y Belén Esteban, y los trucos secretos que utiliza Toñi Moreno para combatir la depresión postparto, que el recuerdo de esta importante unidad encuadrada en la Armada Española. Una unidad especializada en operaciones anfibias y en la proyección del poder naval sobre una costa hostil, que diría mí estimado y distinguido amigo, el Capitán de Navío Ramón Touza Prieto, gran deportista y mejor marino y persona. Y es que los asuntos relacionados con las Fuerzas Armadas en España se llevan por lo bajini, no vaya a ser que se cabreen los colectivos celtibéricos, separatistas y culturetas, que solo se acuerdan de nuestros soldados, cuando necesitan que les salven el culo en situaciones de catástrofes, accidentes y tragedias.

La Infantería de Marina española es la más antigua del mundo. Y lo es aunque en este país ni se recuerde ni se festeje como se debiera. La creó el emperador Carlos I en el mes de febrero de 1537, cuando adscribió de manera permanente a los navíos españoles que peleaban contra los temibles turcos, las llamadas Compañías Viejas del Mar de Nápoles. Reforzaban las galeras españolas cerca de tres decenas de arcabuceros por navío que barrían a tiros las cubiertas de los barcos enemigos con una efectividad pasmosa. Su hijo Felipe II, que fue  el príncipe heredero mejor preparado, junto a nuestro actual Rey don Felipe VI, de la Historia de España, tenía la buena costumbre de seguir los  consejos de su padre y, a la vista de los magníficos resultados obtenidos en Túnez y en el control del Mediterráneo, perfeccionó la operatividad de estas unidades de infantes y marinos y, así, creó el Tercio Nuevo de la Mar de Nápoles, el Tercio de la Armada del Mar Océano, el Tercio de Galeras de Sicilia y el Tercio Viejo del Mar Océano y de Infantería Napolitana, que contribuyeron de manera determinante y durante tantos años a que en el Imperio español, con perdón, no se pusiera el sol. Así, nos cuenta la Historia de España, la de verdad, que desde Argel, base de la piratería turca, la batalla de Lepanto, la expedición a Inglaterra, Cerdeña, Nápoles, Sicilia, Pensacola, Cuba, la reconquista de Buenos Aires y el desembarco de Alhucemas, nuestros infantes de marina han sido siempre ejemplo de valentía, entrega y sacrificio. En fin, que como siempre sucede en esta España nuestra, el cumpleaños de nuestra Infantería de Marina se ha festejado sin hacer ruido y de manera muy discreta, tal y como corresponde al atávico complejo de nuestros dirigentes políticos. En cualquier otro país un cumpleaños así se celebraría como dios manda. Aquí es absolutamente imposible. Así que ¡Muchas felicidades! Y que San Juan de Nepomuceno, su patrón, proteja siempre a nuestros infantes de marina.   

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