Opinión

484 años de servicio

No lo puede decir ninguna unidad similar en el mundo. La infantería de Marina española es la más antigua. Son 484 años de servicio a España. 484 años de servicio y de gloria. Este año no me fije mucho en el tema, pero supongo que no se dirá nada del cumpleaños. A lo mejor publican algo en el periódico Cádiz. Quizás se hagan eco de algún acto sencillo y austero celebrado en San Fernando, para no molestar mucho, no vaya a ser que se enfade Echenique y se vuelva para la Argentina con la monja y Pisarello. No caerá esa breva. Pobre España. Hace años leía en las páginas de este periódico, una triste y menguada reseña que hacía referencia a que la Infantería de Marina celebraba el 473 aniversario de su creación. La noticia decía que era la más antigua del mundo, pero sin darle al asunto mayor trascendencia. La cosa, ya saben, no era ni es políticamente correcta, dados los tristes tiempos que corrían y que corren, en donde por mentar al Ejercito y no digamos a la bandera de nuestra patria, se juega uno la reputación y el buen nombre junto al riesgo de excomunión y maldición perpetua, coronado todo ello con el tradicional apelativo de facha. Apelativo que te otorga la tribu cultureta que son los que, en este país, te dan el carnet de demócrata, previa subvención, claro está.

La Infantería de Marina española la creó el emperador Carlos I en el mes de febrero de 1537, cuando adscribió inteligentemente y de manera permanente a los navíos españoles que peleaban a diario contra los turcos, las llamadas Compañías Viejas del Mar de Nápoles. Reforzaban las galeras españolas cerca de tres decenas de arcabuceros por navío que barrían a tiros las cubiertas de los barcos turcos con una efectividad pasmosa.

Felipe II, que era un señor culto, prudente y, desde luego, junto al actual rey Felipe VI, el heredero mejor preparado de la Historia de España, seguía en muchas ocasiones los rumbos que había iniciado su padre y, a la vista de los magníficos resultados obtenidos en Túnez y en el control del Mediterráneo, perfeccionó la operatividad de estas unidades de infantes y marinos y, así, creó el Tercio Nuevo de la Mar de Nápoles, el Tercio de la Armada del Mar Océano, el Tercio de Galeras de Sicilia y el Tercio Viejo del Mar Océano y de Infantería Napolitana, que hicieron durante muchos años que en el colosal Imperio español, no se pusiera el sol. Así, nos cuenta la Historia de España que desde Argel, base de la piratería turca, la batalla de Lepanto, la expedición a Inglaterra, Cerdeña, Nápoles, Sicilia, Pensacola, Cuba, la reconquista de Buenos Aires y el desembarco de Alhucemas hasta la actualidad en numerosas misiones de paz, nuestros infantes de marina han sido siempre ejemplo de valentía, buen hacer, entrega y sacrificio. Como siempre sucede en este país y de manera más acusada últimamente, el felicísimo cumpleaños de nuestra Infantería de Marina se ha festejado con nocturnidad, sin hacer ruido y de manera muy discreta, tal y como corresponde al tradicional complejo de nuestros pobres dirigentes políticos. En cualquier otra nación, un cumpleaños con más de 484 velas se celebraría por todo lo alto. Aquí es absolutamente imposible. Pero bueno, es igual, con tarta o sin ella, los Tercios de Armada están de cumpleaños. Muchas felicidades y que San Juan de Nepomuceno, su patrón, los proteja siempre.

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