Opinión

Café, clima y resilencia

Uno de los artículos más importantes de la Constitución española, es, sin duda, el artículo 31, porque es el que determina que todos los españoles debemos de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con nuestra capacidad económica y a través de un sistema tributario que ha de ser justo y ha de estar inspirado en los principios de igualdad y progresividad. El punto 2 del precepto, se refiere al gasto público y en él se señala que el gasto realizara una asignación equitativa de los recursos públicos, es decir una asignación ecuánime, objetiva y justa. Estableciendo, asimismo, que tanto la programación como la ejecución del gasto público han de tener presentes los criterios de eficiencia y economía. Este segundo apartado del artículo 31, supuso en su día una de las más importantes novedades de la Constitución por su originalidad y fue introducido en nuestro texto constitucional a través de una enmienda que presento Enrique Fuentes Quintana, catedrático de Hacienda Pública y uno de los economistas más brillantes de nuestro país, que fue, además, Vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía en el gobierno de Adolfo Suarez.

Fuentes Quintana, fue llamado al gobierno por Suarez a finales de los años setenta para que tratara de paliar la brutal crisis en la que estábamos sumidos por la subida de los precios del petróleo de 1973. Un colosal déficit de la balanza comercial, un crecimiento brutal de la deuda exterior, que según dicen los expertos representaba mucho más del triple de las reservas de oro y divisas del Banco de España, una inflación del 44%, y un paro desbocado, pintaban un panorama de bancarrota total y quiebra absoluta. Con todo esto se topó Fuentes Quintana. No se asustó. Él era un gran economista y sabía lo que había que hacer. Conocía los males y, tambien, las soluciones. Lo demás era trabajo y aplicar con determinación las reformas que eran necesarias para superar la brutal crisis que padecíamos y poner a España en marcha. No se andaba con chiquitas ni con paños calientes. Reunió a todos los líderes políticos que se sentaban en el Congreso de los Diputados y les explico las reformas que había que tomar de manera inmediata. Su brillante intervención la termino con una frase que dirigió a los miembros del Gobierno y a toda la oposición y que no dejaba lugar a duda alguna.¡ Señores!, dijo, "O los demócratas acaban con la crisis económica española o la crisis acaba con la democracia". Fuentes Quintana introdujo, acertadamente, en nuestra norma fundamental que los gastos públicos han de ser justos y equitativos. Y su programación, su presupuestación y su control deben hacerse con arreglo a los principios de economicidad y eficiencia, para salvaguardar los derechos de los ciudadanos. Es decir, el Estado no puede despilfarrar. Si lo hace, no defiende a los ciudadanos sino que atenta claramente contra ellos. Claro, que esto es lo dice la Constitución. El Gobierno, en cambio, dice esto otro en el BOE: Resolución de 23 de noviembre de 2021, de la Dirección de la Agencia Española de Cooperación Internacional por la que se publica el Convenio de contribución con la UE, para la ejecución de la acción "Mujeres, café y Clima: empoderamiento femenino para la resiliencia socioecologica de la cadena de valor del café frente al cambio climático en Etiopia". La subvención es 1.118.000 euros. Todo muy justo y equitativo con un país en la ruina, pero muy resiliente. Resiliente y socioecologico, camino de Etiopia.

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