Opinión

Los contratos de Ayuso

Menudo batacazo se ha llevado la ONG 'Periodistas por el bocadillo'. Un planchazo en toda regla. Se han dejado, sus acreditados miembros, todos los piños en la acera. Fanados y muecos, que se han quedado. Tantos meses poniendo a parir, insultando, injuriando y tratando de desacreditar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por el famoso contrato de su hermano, para tener, ahora, que comerse con patatas fritas el informe de la Cámara de Cuentas de la comunidad madrileña que ha determinado que no hubo irregularidad alguna en el procedimiento de contratación. Sí. Después de tanto escándalo montado por amigos y enemigos con mentiras, medias verdades, injurias y sospechas infundadas, ha venido la Cámara de Cuentas, que es el órgano de control externo que tiene como función la fiscalización de la actividad económico-financiera del sector público de la Comunidad de Madrid, y en concreto los contratos celebrados, subvenciones y demás ayudas concedidas por la comunidad, y ha dicho que "la mayoría de los contratos fiscalizados se han adaptado a las prescripciones que establece el ordenamiento jurídico para esta situación". Entre ellos, el formalizado con el hermano de la señora Ayuso que se realizó "de manera intachable" y "no observa ninguna tacha ni reparo" en él. Que plancha y que disgusto de los Echenique, lobatos y monicas garcía que trataban de machacar a diario a la presidenta con un asunto que desde la propia Administración madrileña se había comunicado por activa y por pasiva la legalidad absoluta del procedimiento de contratación. Pero les da igual, son comunistas y el comunismo ha utilizado siempre la mentira como arma política. En este intento de acoso y derribo de la presidenta madrileña, los bolcheviques de Mónica García y sus altavoces del bocata de calamares han pisoteado no solo el principio de presunción de inocencia, sino tambien la capacidad, el prestigio y la honradez profesional de los funcionarios de los servicios de contratación de la Comunidad de Madrid y de su propia Intervención General, así como de los empleados públicos de la Comisión de Contratación de la Asamblea. Pero les ha salido el tiro por la culata. El viejo dicho de que "calumnia que algo queda" y la denominada pena del telediario deben desterrarse de la política. Son instrumentos que denigran la vida pública y que utilizados por políticos fracasados, contribuyen de manera extraordinaria a que la desafección de los ciudadanos hacia la actividad política se acreciente cada vez más. Los echeniques y monicas garcía, tienen muy poca talla, y me da a mí que, también, muy pocos arrestos para enfrentarse a la presidenta madrileña, que los tiene muy bien puestos y ha convertido a Madrid en la locomotora de la economía española con mínimos impuestos y en un continuo crecimiento económico y de empleo a pesar de todas las zancadillas que le ponen desde la Moncloa. Ayuso, es mucha Ayuso de dios. Ha hecho recular al presidente Sánchez y a su gobierno comunista y resiliente y, además, le ha comido las papas ampliamente con su brillantísima gestión sanitaria de la pandemia. En fin, que estos comunistas de Madrid apoyados en el PSOE se han encontrado con una señora con los arrestos de Agustina de Aragón; que gobierna con mano firme y defiende a los madrileños, su prosperidad y su libertad con uñas y dientes y que, además, lo hace con la ley en la mano, como así lo ha dicho y certificado la Cámara de Cuentas. Una temible enemiga, a la que le tienen muchísimo miedo.

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