Ya no se dice nada de la gravísima situación de Cuba. Muy poca cosa. Sigue la represión y los juicios sumarísimos y sin abogado contra los que se atrevieron a expresarse. Bloqueado Internet, el terror continua y la persecución policial a la corresponsal de ABC en la isla, Camila Acosta, también. Nada nuevo bajo el sol. Cuba es una dictadura brutal y ya se sabe lo que pasan en todas las dictaduras. Bueno, en todas no. En Cuba es distinto. Un caso aparte, porque es una dictadura comunista y aquí solo se condenan aquellas que se califican de derechas. Las de izquierda, las comunistas no lo son. Son un paraíso y suelen denominarlas democracias populares, que tienen, además, un gran predicamento entre la izquierda española y la progresia celtibérica que pasa allí sus vacaciones dándose la gran vida un mesecito. Más tiempo no, porque suelen producirse apagones, falta de alimentos y escasez de medicinas. Y no hay una aspirina que tomar cuando le da un poco de jaqueca a Penélope Cruz, o no le llegan los cruasanes frescos y la mermelada a su augusto marido.
No se habla ya en España de las revueltas por hambre en la bella isla. Dejamos a nuestros hermanos cubanos, una vez más, bajo la bota del dictador, desamparados. Dejamos que los aplasten y muy pocos protestan. Quien sí lo ha hecho, valientemente, ha sido el alcalde Zaragoza, Jorge Azcón, que este jueves pasado el ayuntamiento que preside aprobó una moción contra la brutal represión de la dictadura cubana, mostrando su más firme e inequívoco apoyo a la corresponsal del diario ABC en la isla caribeña, perseguida brutalmente por la policía del régimen castrista que ahora pastorea Díaz-Canel. La moción fue aprobada por el Pleno municipal celebrado este jueves. El acuerdo lo promovieron los socios de gobierno, PP y Cs, y contó con el apoyo de Vox y el respaldo parcial del PSOE . Podemos y los comunistas de Zaragoza votaron en contra. Faltaría más.
Recuerdo que hace años cuando aún vivía Fidel Castro, el dictador mandó fusilar a tres infelices paisanos suyos por el frustrado secuestro de un bote de cabotaje para escaparse de la isla y tratar de llegar a las costas de Florida, además de condenar a mas de mil años de cárcel a unos disidentes y periodistas que solicitaban del tiranuelo isleño los más elementales derechos humanos. Fue un escándalo mundial. Todo el mundo se había echado las manos a la cabeza y bramaba indignado. Todo el orbe era un clamor contra el sangriento dictador por los fusilamientos y las condenas a los periodistas. América, Asia, África, Oceanía y por supuesto Europa se movilizaron. Aquí en España también, faltaría más. Todo el mundo esperaba que la progresia celtibérica, Llamazares, Zapatero y la ceja, Iñaqui Gabilondo, Víctor Manuel, Ana Belén, los Bardem en su conjunto y la subvención pública, los goyescos, los del No a la Guerra, los del Nunca Mais, los de las camisetas y pancartas se manifestaran y se pronunciaran con toda contundencia contra el dictador y sus desmanes y le presentaran una querella criminal por asesinato ante la Audiencia Nacional y en el Tribunal Penal Internacional. Además, se esperaba una sentada de todo el progresismo español, como es tradicional en estos casos, ante la embajada cubana y la solicitud de la intercesión de Su Santidad El Papa ¡ Si, si! Esperaron sentados ¡Tararí que te vi!
