Opinión

La ambulancia

SIGUEN LOS despropósitos en este país de pandereta lleno de irresponsables. En España y en su política ya no cabe ningún insensato más. Lo ocurrido el otro día con una pobre niña fallecida en el hospital comarcal de Blanes, mientras esperaba por una ambulancia que la trasladara a la UCI del hospital de Gerona, es absolutamente demencial.

Según lo publicado en los periódicos catalanes, que se la cogen con papel de fumar al tratar estas noticias por si peligra la subvención, la niña de 8 años ingresó en urgencias en estado crítico hacia las dos de la madrugada del domingo y dos horas después se puso en marcha la ambulancia para llevarla a Gerona. Unos, los del gobierno, dicen que la ambulancia tardó dos horas en llegar, y los del sindicato de Comisiones, dicen, que cuatro. El hecho es que la niña se murió. Y, ahora, el personal responsable de esta canallada se tira los trastos a la cabeza para tratar de salvar el culo. Lo de siempre.

Lo que es increíble es que una región con más de siete millones de habitantes solo disponga de dos, digo bien, dos ambulancias pediátricas. En cambio, el gobierno catalán pretende abrir diez embajadas más en el extranjero con un coste total de 34 millones de euros que pagamos todos los españoles.

No hay dinero para ambulancias pero sobra para jugar a las embajadas de la señorita Pepis y para a viajar a Bruselas a hacer el ridículo poniendo verde al país que te da de comer y culpándolo de todos tus problemas. En una sala alquilada y con los palmeros traídos de Barcelona a gastos pagados, niños incluidos, los funcionarios de sus "embajadas", media docena de eurodiputados escoceses e irlandeses y algún ujier despistado que pasaba por allí en busca de una fotocopiadora, el presidente Puigdemont señaló a España como un lastre de la economía catalana; como un Estado policial que utiliza a los tribunales de justicia para perseguir a los demócratas y que, además, que se niega a dialogar sobre el manido y aburridísimo referéndum.

Un referéndum que el tal Puigdemont, aseguró, que se llevara a cabo, si ello es necesario, contra el gobierno de España. Más claro el agua. Siguen a lo suyo y siguen insultando a todos los españoles. Antes lo hacían desde Barcelona. Ahora, lo hacen en el extranjero, en Bruselas, rodeados de amigotes, gracias a que el señor Montoro les sigue dando dinero del Fondo de Liquidez Autonómico que pagamos los demás. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Los separatistas no van a parar y lo dicen y lo repiten una y otra vez. Siguen en el proceso y los ciudadanos españoles comienzan ya a preocuparse seriamente, dirigiendo la mirada hacia el Gobierno que tiene el deber constitucional de la defensa del Estado.

La Constitución es muy clara en este aspecto: Si una Comunidad Autónoma no cumpliera las obligaciones que la Constitución y las leyes le imponen, o actuara de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, cumplidos los trámites previstos legalmente, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general. Lo demás, cataplasmas de la abuela. Tiempo al tiempo.

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