Opinión

La dama de Madrid

Y de la libertad ¡Carallo, para la presidenta! The Times, habla de la madrileña como la Dama de Hierro de Madrid, que venció de manera aplastante a Pedro Sánchez y al comunista Pablo Iglesias. No sé yo si Isabel Díaz Ayuso es como Margaret Thatcher, pero a buen seguro que va camino de ello. Al igual que la premier británica, que las paso canutas para poder llegar a donde llegó, Díaz Ayuso tampoco tuvo un camino de rosas, sino todo lo contrario. Cuando la designaron candidata en el 2019 era una total desconocida y en el mes de enero, cuando se empezó a trabajar en la campaña, se manejaban encuestas en el PP que la situaban en cuarto lugar en las elecciones. No contaba con equipo alguno, pero supo conformarlo en un grupo unido, perfectamente coordinado, serio y profesional, que demostró su calidad y valía en toda la gestión de la pandemia, aguantando ataques de todos lados e injustos a todas luces que los ciudadanos de Madrid le han hecho pagar muy caro a Pedro Sánchez, que aún no se ha repuesto del batacazo electoral. Margaret Thatcher, las tuvo tiesas con los sindicatos y con todos aquellos que se le enfrentaron para evitar que aplicase su programa electoral. Y pincharon en hueso, claro. En cuanto cruzó la puerta del número 10 de Downing Street, puso en marcha todas sus iniciativas políticas y económicas para volver a situar a Inglaterra como potencia mundial después del declive que venía padeciendo durante los años del gobierno laborista de James Callaghan, con el país en continuas huelgas. Desregularizo el sector financiero, flexibilizo en el mercado laboral, privatizo las empresas públicas y redujo drásticamente el inmenso poder de los sindicatos británicos. Sus ciudadanos la mantuvieron en el gobierno desde 1979 a 1990. Ahí es nada. Ayuso, tampoco se anda con remilgos como es costumbre inveterada en el PP desde la época fundacional de Fernández de la Mora y Martínez Esteruelas bajo el zapato de Manolo Fraga. Esta señora sabe a dónde va y lo que quiere. Y los madrileños que llenaron las urnas, las calles y las plazas de Madrid, vitoreándola, también. Lo tiene muy claro y no se deja influir por los arriolas de centro que se cogen el ciruelin con papel de fumar. La presidenta dice lo que piensa y cree firmemente en sus ideas. Y aplicara su programa de reducción de impuestos contra viento y marea. La han insultado y la han tratado con una crueldad extrema, como nunca se ha tratado a una mujer en los medios de comunicación. Unos medios que acrecientan así el desprestigio gravísimo por el que atraviesa la prensa española, parcial y sectaria. Y todo ello, ante el silencio cómplice del feminismo podemita de cartón piedra y subvención al canto. Isabel Natividad Díaz Ayuso, es mucha Isabel y no se arruga. Ya hizo recular a Sánchez con una brillante e incontestable gestión sanitaria y, ahora, lo ha metido en un lio morrocotudo del que no sabe cómo salir, después del varapalo electoral que le ha endilgado. Varapalo, que le ha caído también a Pablo Iglesias que lo ha sumido en una evidente depresión que le ha obligado a marcharse para casa a conciliar con resiliencia. En fin, que la Dama de Madrid, ha acabado con el cuadro. Por acabar ha acabado, también, con los huevos de Casa Lucio. Ahora, en la capital del reino se comen Papas a lo Ayuso, llenas de huevos. ¡Muchos, muchos huevos!.

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