Opinión

Pobre democracia

AYER le han partido la cara a un ciudadano por llevar una bandera española. Los hechos han sucedido, una vez más, en el oasis catalán y, concretamente, en la otrora culta y gentil Barcelona, que se ha convertido por mor de los golpistas y su brillante e intelectual alcaldesa en un congreso permanente de manteros y desaprensivos. Al agredido, un desalmado lo tiro por  las escaleras de una estación de metro. el hombre llevaba una bandera de España y el agresor por la espalda, faltaría más, le dio un empujón tirándolo peldaños abajo. Se golpeó la cabeza, brutalmente, abriéndose una brecha por la que sangraba abundantemente. Los vigilantes de seguridad del metro trataron de trincar al agresor, pero éste logró huir  según han manifestado los testigos que allí había. Otra tropelía y nada nuevo bajo el sol. y más que vendrán como los responsables no tomen cartas en el asunto. esto se les va de las manos a pasos agigantados. Cuando ya uno no puede ir seguro por la calle portando la bandera de su propio país algo malo, pero que muy malo está pasando en España.

Escuchar la radio, ver la televisión o leer algún periódico, lejos de convertirse en un hábito saludable, es como meterse en vena una docena de inyecciones de úlcera de estómago mezcladas con dolor agudo de muelas. es tanto el desastre y son tan enormes y numerosos los despropósitos que ocurren en esta España nuestra que ya no se sabe a que atender.

La descomposición y el hundimiento de nuestra democracia va a una velocidad de vértigo y nadie se pone de acuerdo para afrontarla. Millones de parados, recortes sociales, instituciones fundamentales del estado absolutamente desprestigiadas ante la ciudadanía, latrocinio al por mayor, perdida absoluta de crédito de los partidos políticos y de los sindicatos y clamorosas falta de respeto y consideración a las víctimas del terrorismo etarra, son claros ejemplos. Como lo son, también, el desapego sin precedentes de los españoles hacia la política y sus representantes y el desprestigio colosal de la prensa en general, intervenida por las grandes corporaciones, y de muchos periodistas que no respetan la verdad, ni investigan, ni son objetivos, ni contrastan las informaciones, ni respetan el principio elemental de la presunción de inocencia y confunden, en muchas ocasiones, información con opinión. Todo ello son realidades, claras y palmarias, que no hacen más que provocar una enorme crisis en el sistema democrático de nuestra patria. Si a todo ello le añaden ustedes el golpe de estado continuado de los separatistas catalanes, tomando de pitorreo y amenazando al Gobierno y a los jueces que están investigándolo, pues tienen ustedes ya una empanada imposible de digerir. el país está mal y los responsables siguen de viaje por el extranjero. Las ruedas de prensa del Consejo de Ministros son una coña marinera y un listado perpetuo de despropósitos. el último de ellos, es que el Gobierno y la señora ministra del ramo educativo, Isabel Celaá, pretende otorgar el título del Bachillerato con una asignatura suspendida. Muy bien. Fomentando el estudio, el esfuerzo y la capacitación en los españoles del futuro. esperemos que no hagan lo mismo con los médicos y les den el titulo aunque hayan suspendido Anatomía o Fisiología. Pero, todo se andara. Total que más da.

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