Opinión

Un trilero con bachillerato

DONDE ESTARÁ don Jordi Pujol. Lleva tiempo sin lamentarse públicamente de las desdichas de Cataluña y de los muchos dineros que tales desgracias le han llenado los bolsillos. Don Jordi, está desaparecido. No se le ve la barretina por lado alguno en este circo del "prusás". Se ha escondido hasta Arturo Mas, el empleado de grandes almacenes, al que habían nombrado presidente florero de esa nueva formación política que sustituye a una Convergencia sentada en todos los banquillos, habidos y por haber.

Pujol, no aparece en el nuevo partido y les ha traspasado los lamentos a sus sucesores en la ardua tarea de la independencia catalana que, ladinamente, él ha llevado a cabo en tantos años de gobierno autonómico. Muchos años, muchos, traicionando a España y tomándole el pelo a todo cuanto ambicioso pardillo, ayuno de sentido de Estado, se ha sentado en la Moncloa, palmeros periodistas incluidos.

Recuerdo una entrevista de hace unos años que le hicieron a este pájaro separatista en el diario El Mundo, en donde lo tenían por un político de "enorme talla", cuando no ha sido más que un sujeto procesal que ha contribuido de manera fundamental a este carajal territorial de insolidaridad, envidia, desunión, deslealtad y pelea entre hermanos que se conoce con el nombre de Estado de las Autonomías, y al que los separatistas vascos y catalanes traicionaron desde un principio.

En la entrevista, se lamentaba Pujol y no llegaba a comprender la antipatía e impopularidad de Cataluña en el resto de España, que le hicieron poner en marcha a su gobierno campañas de imagen y promoción para tratar de borrar esa mala percepción. Pujol no lo entendía y sus sátrapas tampoco. Y es bien fácil. Don Jordi ha recogido y Cataluña, también, para desgracia de sus pobladores, nada más y nada menos que lo que aquel ha sembrado mientras estuvo gobernando esta parte de España. Una rica parte de España que este señor de provincias convirtió en una aldea ínfima y arruinada, gobernada por trileros, delincuentes y forajidos de la Justicia, de donde huyen, diariamente, inversiones, empresas y empresarios a miles.

Pujol, en su retiro judicial, debía de escribir sus memorias. Son ellas, a buen seguro, un extraordinario compendio de deslealtades, agravios y menosprecios y traiciones a España y a los españoles, que explicarían las "antipatías e impopularidades" y muchos de los problemas que nos afligen como nación: Desde el "Catalonia is not Spain" y "Freedom for Catalonia" de las Olimpiadas de Barcelona que pagamos como tontos todos los españoles, hasta el golpe de Estado que estamos sufriendo en estos mismos momentos.

¿Un político de talla Pujol? No. ¿El "Español del Año", que le otorgo en su día el diario ABC? Tampoco. Solo es un individuo investigado penalmente y un renegado, desleal a España y a todos los españoles que ha contribuido, muy mucho, a este peligrosísimo lío territorial que ha provocado, irresponsablemente, en nuestro país. Un país, que podía ser próspero y tranquilo, y al que le han dado un golpe de Estado de imprevisibles consecuencias, por la esquizofrenia y la vesania de unos dirigentes políticos de "enorme talla" como este Jordi Pujol y Soley, presidente que fue, durante 23 años, del gobierno regional de Cataluña. Un trilero con bachillerato y un pájaro conspirador como don Opas o Fernando VII, el rey felón.

Comentarios