"AYER FUE miércoles toda la mañana. / Por la tarde cambió: se puso casi lunes". Siguiendo los versos de Ángel González, parece que esta semana se ha ido tornando en un largo y continuo lunes. Eso a pesar de que en EE UU han celebrando su Supermartes y ya tenemos a un señor de ideas y flequillo delirantes soñando con salvar al Papa el día que Dáesh ataque el Vaticano. En Galicia no tenemos Supermartes desde hace años porque Súper Piñeiro presenta ahora Bamboleo, como Pedro Sánchez estos días. Que conste que en el Supermartes de la TVG Sánchez habría dado un Atilano fetén; del mismo modo que en la segunda sesión de su investidura no habría desentonado ese esqueleto burlón tocando la trompeta entre tanto chiste, beso y reproche. Con menos ingredientes Pimpinela y Camela se hacen disco y gira. Súmale una de Gal y otra de cal viva y la pérdida de tiempo del miércoles queda lista para enmarcar. Lo inquietante es que Rajoy e Iglesias lograron parecer los Gemeliers del Tunai Show de la Carrera de San Jerónimo, mientras Sánchez y Rivera intentaban tener algo de la chispa de Vilar y Touriñán. Pero no. Tampoco hay que pensar por ello que el diálogo esté muerto en España. El jueves todo el mundo hablaba de los expresos de ETA que abrieron una vía de comunicación con la Guardia Civil de Navarra; y el instituto armado accedió a dialogar y a sacarlos de la nieve. Hay esperanza, porque hace años... Y este viernes con sabor a lunes va a acabar con Luar; el de Gayoso y el de Sánchez.
