Opinión

La responsabilidad del PSOE

LES CONFIESO que he sentido alivio al escuchar a Felipe González desmentir con rotundidad haber dicho en una entrevista con La Vanguardia que apoyaría que Cataluña se definiera como nación. Tengo la impresión de que el desmentido del expresidente ha provocado más suspiros de alivio, no solo en filas socialistas, sino también entre muchos votantes del PSOE.

Si González se hubiera declarado a favor de que Cataluña sea considerada una nación habría caído en una contradicción habida cuenta que hace unos días escribía una carta abierta a los catalanes en el diario El País en que ni por asomo sugería tal posibilidad.

Aclarada está cuestión, sí me parece preocupante la actitud confusa y equidistante que viene manteniendo el PSOE respecto al nacionalismo catalán por más que en los últimos meses Pedro Sánchez hace esfuerzos por definir la posición socialista.

Hace muchos años que el PSOE renunció a ser el partido de izquierdas de referencia en Cataluña para convertirse en un partido melifluo que ha venido haciendo el caldo gordo a los nacionalistas.

Cuando Pedro Sánchez pregunta en los mítines que de quién es la culpa de lo que está sucediendo en Cataluña y reparte esa culpa entre Convergencia y el PP, habría que decirle que puestos a buscar responsables la del PSOE es descomunal porque José Luis Rodríguez Zapatero es uno de los principales responsables de la situación que estamos viviendo.

¿Recordamos aquella frase de ZP asegurando que daría por bueno cualquier cosa que propusieran desde Cataluña? ¿Nos olvidamos de que fue él quién dio alas un Estatuto que claramente chocaba contra la Constitución? Si echamos la vista atrás encontramos que antes de que Zapatero metiera las manos en Cataluña el independentismo era minoritario.

El PSOE tiene una responsabilidad histórica con todo lo que esta sucediendo, mucho más que la del gobierno Rajoy, porque al gobierno Rajoy se le puede criticar su pasividad, es decir, error por omisión, pero la responsabilidad del PSOE es por acción, por sus acciones políticas respecto a Cataluña.

Lo preocupante es que a estas alturas los ciudadanos no sabemos exactamente qué es lo que propone el PSOE en esa hipotética reforma de la Constitución por la que aboga. ¿Un Estado asimétrico? ¿Una comunidad que tenga privilegios sobre las otras? ¿Cataluña tiene que ser diferente? Y viene la pregunta, ¿por qué? No hay una sola comunidad autónoma en España que no tenga un pasado rico en acontecimientos, que no tenga tanta historia como la propia Cataluña. En cualquier caso ese pasado histórico no puede ser fuente de privilegios.

En cuanto al respeto a su lengua y cultura miente quien diga que no es así desde la aprobación de la Constitución y de su primer Estatuto de Autonomía. De manera que ¿de qué estamos hablando?

El PSOE quiere situarse en el medio, ni con los unos ni con los otros, y al final no está en ninguna parte y lo único que provoca es incertidumbre y desconfianza entre los ciudadanos.

Vaya por delante que me parece imprescindible que se haga una política de diálogo y acuerdo con Cataluña, que deben de tenderse puentes y poner en valor todo lo que nos unes a los ciudadanos españoles desde hace siglos. Y creo sinceramente que Pedro Sánchez tiene cualidades políticas para hacerlo. De la misma manera que estoy convencida de que una parte de la sociedad catalana quiere igualmente que se tiendan esos puentes que con tanta irresponsabilidad ha querido dinamitar Artur Mas y Convergencia con la ayuda de Esquerra y de otras formaciones independentistas. Por eso me temo que para este sector cualquier reforma de la Constitución siempre será insuficiente puesto que su único objetivo es la independencia y para ello no descartan, es más, lo vienen anunciando, la ley. Y para mayor despropósito es el mismísimo presidente de la Generalitat quien viene liderando ese desafío a la legalidad.

Pero vuelvo a que resulta imprescindible que ante la actual situación el PSOE deje de navegar entre dos aguas y de una vez por todas nos diga claramente a los ciudadanos cuál es su posición respecto al problema catalán y en qué consiste exactamente su reforma de la Constitución. No vale quedar de guapos diciendo que todo se arregla con cambiar la Constitución, hay que decir en qué y cómo.

El PSOE puede y debe de jugar un papel principal a la hora de buscar vías de encuentro y diálogo con la sociedad catalana pero debe de hacerlo sin equidistancias tácticas porque lo que está en juego es mucho más que unos cuantos escaños.

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