Opinión

Si no queda satisfecho, cállese

LAS HERRAMIENTAS de las nuevas tecnologías mandan al consumidor, al cliente, al cubo de la basura. No reclame. No proteste. Sepa usted que ni le escuchan. Este usted es una antigualla de quien escribe. La cortesía no figura en el nuevo marketing.  Según dicen, aunque no lo puedo asegurar, han suprimido el usted hasta en el confesionario. 

No se engañe, el tuteo no es muestra de proximidad o familiaridad, no es una incorporación a los hábitos de juventud, incluso mal educada, en realidad es el mensaje directo de que el cliente es don nadie, que no pinta nada: te trato como a los niños del parvulario, como el sargento a la tropa en el campamento de instrucción, cuando la mili existía. 

Si es una máquina, lo habitual, la que atiende nuestra llamada telefónica, primero nos lanza una amenaza, "esta conversación puede ser grabada". En ese momento, acostumbro a ciscarme, solo verbalmente claro, porque no hay otra posibilidad física, en quien ordenó tal práctica policial perversa y en quien escuche la grabación. Esto lo practican los defensores de la libertad de mercados y del precio de la luz.  A continuación nos limitan los temas de lo que se puede hablar con la máquina. Ellos deciden lo que el cliente puede reclamar u opinar. Marque un número en su teléfono para los asuntos que admite. No hay más temas, problemas o necesidades que atender. No los contemplan. Cuando nos tientan con la opción de un número para que "le atienda uno de nuestros operadores", aún el dedo de quien llama, el consumidor-pagano, no lo ha marcado, ya se escucha: "Todos nuestros operadores están ocupados, vuelva a llamar más tarde". Ahorran en nóminas y se pitorrean del consumidor.  Así será, me temo, hasta el día del juicio final en el que el juez, esperemos que justo juez, les condene a los artífices de estas prácticas a  ejercitar eternamente un marketing telefónico que les obligue a vender por teléfono porco celta a los beduinos que habitan en los desiertos. 

En el asunto de acotar parcelas por números, en alguna ocasiones se oye el "marque el 1 para elegir idioma", castellano, inglés o catalán, como sucede con las máquinas que cobran en los aparcamientos municipales de las ciudades gallegas; el gallego es cuestión de profundidades que no se alcanzan, según sentenció la jueza de Marbella. ¡Pobriña! 

Para esta atención telefónica les propuse, no sé si lo grabaron o no, una alternativa: marque el 2 para hacerle la ola al Ceo, marque el 3 para cantarle una jota al director general, marque el 4 para decirles que guapos sois y marque el 5 si necesita aliviarse con un corte de manga, que será solo virtual.

El No repley, sin respuesta, que figura en los correos electrónicos que envían empresas y grandes corporaciones al facturar  o amenazar al cliente es la prueba del algodón del usted pague y cállese.  El añadido de que "este correo ha sido generado por un sistema electrónico" es la esquela de defunción del trato personal y del despido masivo de empleados. ¡Ah!, el ahorro de costes que coincide con el engorde de las retribuciones del Ceo. Lo acabo de experimentar con la primera multinacional de alquiler de coches, que ahora va a por todos los Tesla. No picaré, creo. A lo peor, si.

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