PARECE SER que la guía que definirá los colores y materiales de las casas gallegas estará lista en septiembre. Hace unos días que algunos arquitectos defendían el blanco como única opción para unificar el paisaje gallego, que de todos es sabido que está un poco dejado con edificaciones a medio terminar, mamotretos de ladrillo sin ninguna estética y feísmos varios. La verdad es que un vistazo al paisaje gallego deja ejemplos que dañan a la vista y cuando sales a otras comunidades te das cuenta de que cuidar el paisaje no debería ser un capricho. Las casas tradicionales gallegas de piedra son las más bonitas y no entiendo esas obsesión, sobre todo de hace años, de abandonar la casa de toda la vida por hacer al lado un chalé, que suele ser grande y feo. Pero cada cual es libre de elegir su vivienda. Sin embargo, esto del color blanco para todo no me acaba de convencer. Es bonito ver un pueblo marinero con sus fachadas de colores, por ejemplo. El mayor problema para nuestro paisaje no son los colores, aunque es cierto que hay alguno que igual destaca demasiado. Pero nada es nunca blanco o negro, la escala de grises es muy amplia y los colores alegran la vista.
