Opinión

Aquellos y estos

MÁS que un hecho opinable, es una constatación. Vicente Quiroga fue de los muy buenos alcaldes de Lugo en un período democrático incipiente y difícil. A él se le debe buena parte de la innovación urbana de la ciudad: aparcamientos públicos, incorporación del parque de Frigsa, auditorio Gustavo Freire, primero de Galicia; estación depuradora (anterior a la actual), primer PGOU..., entre otros logros. Si no lo hicieron ya, les remito a la entrevista de lunes de Sabella Corbelle con Vicente en que se aprecia la disimilitud entre cómo funcionaba entonces el Ayuntamiento y cómo lo hace ahora. De los hechos y ejecuciones de obras y mejoras se pasó a la verbosidad insustancial y partidista, sin nada verificable/palpable que mostrar al ciudadano. Del trabajo y la conversión tangible de ideas y proyectos, ahora se ocupan de desempolvar odios de la memoria histórica, modificar nombres de calles, eliminar fotografías y placas alusivas a la época franquista, la mayoría de personas menos interesados en lucrarse que los teorizantes del momento, enroscados, eso sí, al cobro de suculentas dedicaciones exclusivas, que es a la postre la justificación del pantomímico ideario de su hoja de ruta y servicios, por mucho que farfullen de libertades y opresiones.