Opinión

Buen pretexto

POR SER muchas y variadas, no hay unidad de criterios sobre qué causas son las que producen el repunte de las muertes en accidentes de tráfico. Desde la casualidad (imprevisible) hasta la ralea de desaprensivos y locos al volante, pasando por el abobo de teléfonos móviles y otros entretenimientos. Pero como no hay mal que por bien no venga, la Dirección General de Tráfico, alegando preocupación, aprovecha para anunciar nuevas medidas en atajo del desbarajuste, que más que correctoras serán sancionadoras, por mucho que digan que no. Ya se verá. Más radares, incremento en la cuantía de sanciones o reducciones de velocidad, lo cual conlleva un aumento de transgresiones. Al año, vienen recaudándose unos quinientos millones de euros en multas, cifra considerable que sin duda no revierte en mejoras del estado del firme ni del trazado en las carreteras de segundo orden, que es donde se produce el mayor número de siniestros. Para Fomento es mucho más rentable potenciar la represión que solucionar anomalías estructurales en las vías. Y el aumento de la siniestralidad es una razón poderosa para reprimir y embolsar.

Comentarios