Opinión

Doscientos años

AHORA QUE, por fin, llueve, ¿quién se acuerda ya de los incendios forestales que asolaron Galicia hace poco más de un mes? Salvo los directamente perjudicados, casi nadie. Para la gran mayoría, la devastación se disuelve en una estadística, sin más inquietud que la intriga o curiosidad por saber las hectáreas quemadas, y a veces ni eso. Para los políticos se torna en apreciada arma arrojadiza, oportunista, sin preocuparse para nada del remedio, salvo los paripés parlamentarios sin contenido. Nadie volverá a acordarse hasta que lleguen próximas deflagraciones. Se echa en falta una reflexión seria. De haberla, difícil es sustraerse a la realidad que expuso en este periódico el doctor en Ciencias Biológicas Serafín González Prieto, experto del CSIC y presidente de la Sociedad Gallega de Historia Natural, al afirmar que el problema es mucho más grave que si afectase solo a la vegetación, pues incide gravemente en la erosión del suelo, tanto que "cada centímetro que se pierde tarda entre cien y doscientos años en recuperarse", a la vez que recuerda que en Galicia, con el 5% de la superficie de España, sufre el 70% de los incendios. Como para que no tomárselo en serio.

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