Opinión

Nuestro dinero

No tendría mayor trascendencia si el maná cayese del cielo, o servido por un filántropo despistado, pero los 120.000 euros anuales que percibirá el expresidente Torra durante catorce meses (la mitad de su tiempo en el cargo), y los 92.000 a cobrar cuando cumpla los 65 años, saldrán de nuestro peculio, del bolsillo de todos los españoles, a los que tanto desprecia, salvo cuando del momio se trata. Por si el despropósito, consagrado por la (disparatada) legalidad, fuera poco, y a pesar de su inhabilitación, podrá disponer de oficina propia y coche oficial con chófer. Es decir, un insulto a la sensatez y al raciocinio y una concesión al despilfarro, a favor de un individuo que hizo lo que pudo por arruinar Cataluña ultrajando la Constitución, con chulería y prepotencia, y por socavar la convivencia entre españoles, pero tratado a cuerpo de rey, con todos los honores, como si fuese el salvador de la patria catalana. Claro que no es el único en sacar tajada del pastel. También disfruta de parecidos privilegios quien encendió la hoguera soberanista, el ínclito Artur Mas, elevado a los altares del martirologio, o el exhonorable Pujol, acorralado por la Justicia, con tufo del 3 por ciento. Un ramillete de figurantes a los que, para escarnio de todos, hay que mantener, nos repatee o no.

Comentarios