Opinión

¡Qué maravilla!

PUDIERA ser una disfuncionalidad más del Gobierno, cada cual a su aire y por su lado, pero en aras de la sensatez y de la responsabilidad que se requiere, o debiera de exigirse, ¿qué pinta en el Ejecutivo la ministra que considera "maravilloso" el triste y ‘vistoso’ espectáculo del volcán de La Palma, con sus riadas de lava engullendo viviendas y propiedades? A juicio de esta señora, la tragedia que arruina la vida y el futuro de miles de personas es un "reclamo turístico" para divertir a los ansiosos de espectáculo, como un atractivo a sumar a los muchos que ofrecen las islas Canarias. Lo proclama nada menos que la responsable de Turismo, además de Industria, y habrá incluso quien la defienda y jalee por la impertinente oportunidad de ensalzar tragedias, defendiendo espectáculos en los que desata el espanto y la imposibilidad de hacer algo por frenar sus consecuencias. Eso divierte a la señora Maroto. Pero después de lo dicho, y aun considerando su intento de reparar el desatino, ¿cómo es posible que la señora ministra no piense lo que dice antes de decirlo, sabiendo como sabe del sufrimiento de quienes no están en disposición de compartir majaderías? Cuando lo que necesitan es que se les asista con todos los medios en la desgracia y no que se le glorifique para que otros se diviertan.

Comentarios