Opinión

Televisión plural

LA PLURALIDAD informativa en la televisión de todos, la que demandaba Pedro Sánchez, se resolvió felizmente por regeneración democrática. Aplicada a RTVE, supone prescindir de 18 tertulianos con perfil de centro derecha, por ser "muy combativos", igual que de otros treinta en Radio Nacional. Los díscolos, sumisos a la tribu, se salvan de la hoguera. Moscas cojoneras sobran en un régimen de libertades. Se sustenta el barrido en que son periodistas que han mantenido una línea crítica con el Gobierno del PSOE y con Podemos, y ahora tienen su merecido por deslenguados. La corporación trasladó a los colaboradores despedidos que lo que se busca es un perfil menos combativo, especialmente en asuntos como el independentismo catalán. O sea, rendición completa a las hordas secesionistas, y el que se mueva, no sale en la foto. Que "sean más conciliadores con el separatismo". Quin Torra y Puigdemont, pronto tendrán su espacio en el mejor sucedáneo de TV3. Claro que sorpresa tampoco no es ninguna. Pablo Iglesias lo había advertido, y le faltó tiempo para imponer su poderío vía receta Maduro. De momento. Porque la mordaza siempre admite vueltas de tuerca, según lo que necesite su democracia.

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