Opinión

Carnaval canario

LEO ATERRORIZADO un titular, que es como tiene uno que leerse los titulares de un tiempo a esta parte, el cual comenta la expulsión de un cantante durante el carnaval de Las Palmas por actuar borracho. Además era un medio tocayo: el puertorriqueño Manny Manuel, figura de la canción del que desconozco absolutamente todo pero del que igualmente me declaro fan hasta las trancas desde el siguiente punto en adelante. Pero vamos a ver. Centrémonos. ¿Cómo se puede expulsar a Manny de un escenario por estar con unas copas de más? ¡en Carnaval! ¡señores! ¡carnaval, carnaval! ¡carnaval te quiero!

"Si el cantante va cargado / casi expresa lo que siente / si va fresco canta triste / y no conecta con la gente"

Se están perdiendo las formas. Se está perdiendo el respeto. Ya ni la parranda es lo que era, ya ni en carnaval puede uno hacer estas cosas. Dicen las malas lenguas canarias que estaba "completamente borracho". Es que hay cosas que no tiene sentido hacer a medias, y menos en carnaval. Dicen que fue la mismísima concejala de Fomento, Servicios Públicos y Carnaval la que se subió al escenario para dirigirle una mirada de esas que fulminan y te hacen dejar de intentar cantar e incluso te ogligan a marcharte con la melopea a otra parte. Repetimos: la concejala de Fomento, Servicios Públicos y Carnaval. En Las Palmas tienen, con un par, una concejalía para el Carnaval. Y no tolera actitudes carnavalescas, como beber en horario pagado por los contribuyentes. De hecho, tras la mirada fulminante que acabó con Manny, la concejala de Carnaval cogió el micro para pedir disculpas y decir que así, no. "Con dinero público, no" dijo. Lástima de millonetis que entre el público gritase: ¡corro yo con los gastos!, permitiendo que Manny volviese, tambaleante, al escenario para seguir con lo suyo.

Insistimos: es descorazonador la falta de comprensión por el espíritu de una fiesta que tiene como único y verdadero objetivo pintar la mona sin hacer daño a los demás. No como en el fútbol, que más de uno acaba con la cabeza rota. No como los toros, que parecen el despacho de una carnicería. Ya ni siquiera en una fecha señalada por el almanaque puede un cantante de canción ligera, o de lo que sea que cante Manny, salir empapado del espíritu del carnaval y de licores varios. Hubo un tiempo en que la vida era auténtica, las cosas claras, el chocolate espeso y el marisco de la ría. Ahora nos dan gato por liebre con todo y ya no tienen sentido aquellas sentidas palabras del gran Gato Pérez en Se fuerza la máquina: "Si el cantante va cargado / casi expresa lo que siente / si va fresco canta triste / y no conecta con la gente".

Pese a los denonados esfuerzos de quien les habla por recabar información sobre el particular, no hay noticias sobre si los fans del cantante portorriqueño se cortaron las venas allí mismo o lo dejaron para otro día.

Quiero pensar que esto no ocurriría en Galicia, donde unas cuantas copas de más en tiempo de Entroido no solo no disuaden a nadie de cantar, sino que invitan a hacerlo. Aunque aquí lo que nos gusta es juntar huevos, leche, harina de trigo y algo de sal para hacer filloas en una sartén. Dicen que este manjar, cuyo nombre procede del griego phyllos (lámina) tiene su precedente en unos postres romanos. Tiene parientes en todas partes: pita en Líbano y parte de África, baklava en Palestina, Siria, Grecia y Albania, blini en Rusia, pasta filo en la cocina oriental, pancakes en la cultura anglosajona, crêpes en Francia, plattar y crepe suzette en Suiza, tortitas en México, pfannkuchen en Alemania, crispa ou crispelli en Italia y panqueques en Chile y Argentina. Y cuando no estamos haciendo o comiendo filloas, juntamos mantequilla, huevo, anís, leche, azúcar glas, harina y sal para hacer orellas. Hay gente más de filloas que de orellas (servidor) y otros más de orellas que de filloas. Y luego están los altruistas, que reparten su cariño por igual a ambos productos.

Tras este inciso gastronómico, volvamos con la odisea canaria del amigo Manny. Y dejemos de fingir: ni usted ni yo sabemos qué canta, cómo canta o por qué canta Manny Manuel. Pero si se llamase Joe Cocker, Kanye West o Mariah Carey igual no importaba tanto que cantase borracho. Iba a añadir: u Ortega Cano. Pero me contuve.

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