Opinión

Unabomber

THEODORE KACZYNSKI, con un coeficiente intelectual de superdotado, graduado en Matemáticas por Harvard (donde comenzó a estudiar a los 16 años), profesor en la Berkeley de California hasta que abandonó para recluirse en una cabaña sin luz ni agua corriente en un lugar remoto de Montana. Siete años después comenzó a enviar bombas por correo postal a distintos puntos que incluían aerolíneas y universidades. Mató a 3 personas y causó heridas a 23. Posteriormente ofreció una tregua a las autoridades si publicaban un manifiesto, que ofrecieron el New York Times y el Washington Post.

Su incorporación a la historia del crimen no restó un ápice a sus capacidades mentales y da muestra de ello la brillantez intelectual de ese texto, en el que ofrece un análisis crítico de la sociedad contemporánea. Los exégetas incluyeron el pensamiento de Kaczynki, al que por entonces ya se le conocía por Unabomber (nick otorgado por el FBI), en el neoludismo: un planteamiento filosófico que se opone al desarrollo tecnológico y científico.

A las consecuencias de la Revolución Industrial atribuye K. el aumento del sufrimiento psicológico (y físico en el tercer mundo) de las sociedades modernas y el del deterioro del entorno natural

La historia de este nativo de Chicago con ascendentes polacos se ha puesto de moda recientemente con la serie Manhunt: Unabomber, ofrecida por Netflix. El curso que pasó a séptimo grado directamente desde quinto pudo causar un impacto muy negativo en su personalidad. Niño tímido y poco sociable (sus padres creían que sufría el síndrome de asperger), le resultó imposible la integración en un grupo de compañeros de mayor edad. Fue objeto de provocaciones, violencia verbal y bromas pesadas. Tenía miedo de los edificios altos y de la gente en general y presentaba grandes dificultades para jugar con otros niños. Luego está su contacto con la CIA mientras estudiaba en Harvard. Kaczynski participó en la Operación MK Ultra, un proyecto de investigación psicológica entre jóvenes estudiantes que en realidad encubría un poco ético ejercicio de presión para monitorizar y analizar sus respuestas emocionales.

¿Se ha detenido ante un semáforo en rojo en un cruce donde no hay a la vista ningún otro vehículo y esperado obedientemente a que se pusiese verde? ¿Verdad que parece que obedecemos a una máquina estúpida? Pues esto le pasó cierto día a Kaczynski, solo que a él le abrió los ojos, al parecer, sobre la alienación que causa la tecnología. Y aún no vivíamos pendientes de la pantalla de un móvil.

El análisis que hace en su manifiesto es certero y el diagnóstico está fundado en la más estricta lógica. Otra cosa son los medios que decidió emplear para que se divulgase el mismo e incluso la presunción de que hacerlo podría llevar a algún tipo de solución.

El sistema que criticaba Unabomber se apresuró a etiquetarlo como terrorista y psicópata, esforzándose por desacreditar sus planteamientos mediante la aniquilación de su imagen: ¿quién quiere escuchar las opiniones de un asesino?

A las consecuencias de la Revolución Industrial atribuye K. el aumento del sufrimiento psicológico (y físico en el tercer mundo) de las sociedades modernas y el del deterioro del entorno natural. K. analiza la psicología del izquierdismo moderno, que no sale bien parado del envite; critica la excesiva densidad de población, el aislamiento del hombre respecto de la naturaleza, la desmedida rapidez del cambio social y la descomposición de comunidades naturales de pequeña escala tales como la familia extensa, la aldea o la tribu.

Problemas como baja autoestima, sentimientos de inferioridad, derrotismo, depresión, ansiedad, sentimientos de culpa, frustración, hostilidad, trastornos del sueño, trastornos de la alimentación, etc. Los achaca a la incapacidad del individuo de ejercer su autonomía para lograr sus metas, ni siquiera como miembro de un pequeño grupo. Esta falta de oportunidades para el empoderamiento individual, dice, también destruye a la propia sociedad.

Cuarenta años después de su primer atentado, muchos de sus planteamientos están dolorosamente vigentes puesto que el tiempo solo ha aumentado el impacto negativo de los procesos que denunciaba.

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