Opinión

El escaso glamour visto en Venecia

DICEN QUE la elegancia es una actitud, pero debemos reconocer que a esa actitud siempre le ayuda el llevar un buen estilismo. Históricamente, la Biennale de Venecia era el evento cinematográfico del glamour. Las actrices reservaban sus mejores looks para lucirlos durante alguno de los estrenos o fiestas de la muestra. No obstante, echando un vistazo a los estilismos que se han podido ver durante la semana, cualquiera se da cuenta de que más que ser la tónica general, la verdadera elegancia está reservada a unas pocas. Y siempre son las mismas las que destacan sobre la alfombra roja, y suelen serlo también las que llevan estilismos dignos de olvidar.

Si hay una auténtica triunfadora, vaya donde vaya, esa es Diane Kruger. Ver a la actriz alemana en cualquier aparición es una verdadera demostración de estilo. Estos días ha acudido a Venecia como jurado del festival y ha lucido diversos looks adaptados a la hora y tipología del evento en sí. Para su llegada optó por un informal vestido largo de flores en blanco y negro acompañado de sombrero, gafas de sol y sandalias planas. Para la presentación también se decantó por la tendencia floral y eligió un minivestido de Preen que acompañó con botines negros. Pero verdaderamente han sido las apariciones nocturnas las que han dejado boquiabiertos a público y expertos en moda. La primera fue en el estreno oficial, con un diseño hecho a mano muy original en blanco y plata terminado en capa. Esa misma noche, la alemana se cambió y se puso un mono rojo muy elegante a la vez que sensual, aunque mi favorito ha sido un espectacular diseño de Jason Wu para Boss en terciopelo granate. Un modelo con escote bardot, de cintura marcada, con largo tobillero y con una lazada lateral de la que salía una cola. Simplemente perfecto.

La madrina de esta edición ha sido la modelo Elisa Sednaoui y como anfitriona del evento ha demostrado estar a la altura del evento también en elegancia. Llegó descalza y con un vaporoso vestido negro de Alberta Ferretti que anticipaba el glamour que quedaba por ver. Un diseño palabra de honor en plata, con lazada en la cintura y con corte sirena firmado por Armani Privé y otro de aire tribal con falda de flecos de Burberry la han convertido en una de las reinas de la pasarela.

Por su parte, Alessandra Ambrosio ha demostrado ser mucho más que una cara bonita. La modelo ha lucido varios modelos de Philosophy di Lorenzo Serafini, dos de ellos muy vaporosos, con originales escotes y falda de vuelo. Otro de ellos ,sencillo y precioso con escote en V, corte en el pecho con péplum y estampado de ramas. El resto de presentes en la muestra han dejado algún que otro look destacable, pero no han dejado huella con su estilo. Mi favorito es el Valentino de manga larga y repleto de flores bordadas que lució Laura Bailey.

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