Opinión

Fraga, de bruces

VILALBA VOLVIÓ a amanecer sobresaltada. Un acto vandálico, planificado y sin fisuras llevó al busto de Manuel Fraga a precipitarse contra el suelo. De bruces en pleno centro. La división de opiniones no se hizo esperar. El pasado franquista del hijo predilecto sigue levantando ampollas. Algunos rechazaron de pleno este atentado contra el patrimonio. Otros se limitaron a buscar una justificación. Incluso hubo quien encontró en el nuevo himno del PP la causa oculta del desvanecimiento. Risas aparte, el acto no es justificable. Pero, ¿lo es entonces que no se escuche a los vecinos que se oponen a este elemento? Que lo medite quien le corresponda.

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