Opinión

Un pueblo unido por la Educación

EL ESPÍRITU combativo de los ponteses despertó de su letargo ante una injusticia mayúscula. Un atropello. Un abuso. Una violación en toda regla de los derechos de los ciudadanos. La Consellería de Educación tomó, con nocturnidad y alevosía, la decisión de reubicar a los alumnos del CPI Monte Caxado. Para ellos no es un cierre, es un cambio de denominación jurídico. Queda claro con los actos reivindicativos de un pueblo que este argumento es insuficiente. Es una cuestión de sentimiento, pero sobre todo de formas. As Pontes se siente apuñalada en lo más hondo. Y luchará, unida, hasta las últimas consecuencias.

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