Blog | Marta está harta

Educando a la antigua usanza

A VECES perdemos el norte buscando soluciones educacionales para nuestros pequeños tiranos. Y en esa intensa búsqueda nos damos cuenta que la solución es mucho más sencilla y tradicional de lo que imaginábamos.

Las pautas generales para mejorar nuestra relación con  nuestros niños pasan por una  serie de hábitos, de esos de toda la vida:

Sentarse en la mesa para comer con la familia: Puede que nos canse tan solo de pensar que se tiene que preparar una comida para la familia después de un día muy ocupado. Pero compartir una comida con la familia es importantísimo, dicen los gurús de la educación moderna, y nuestras abuelas.

A la hora de irse a  la cama, dar las buenas noches: Puede que nos parezca absurdo, pero  nuestra casa no es un hotel, ni la posada del Peine, que me decían a mí de pequeña. Así que decir buenas noches es lo mínimo. Y además hay especialistas que afirman que crear un momento de tranquilidad  juntos justamente antes de irse a dormir es vital a la hora de establecer una buena relación con nuestros hijos.

Compartir  los momentos cotidianos: Encontrar esas pequeñas cosas que nos permiten estar juntos, y aunque al principio tu hijo no estará por la labor, y habrá casos que en un principio y en un final. Pero tú no olvides que el roce hace el cariño, y de todos esos momentos algo quedará. Os lo digo yo y 300 manuales de educar en clama y sin gritos.

Mantener tradiciones y momentos especiales en familia, como la  Navidad o los cumples: “¡¿Qué es eso de salir hasta las tantas el único día que puedes disfrutar de los tuyos?!” ¿No me digáis que no habéis oído esta frase alguna vez?

Pues que sepáis, que por muy carca que suene, es fundamental para muchos educadores celebrar en familia al modo tradicional, ya que refuerza los lazos familiares.

Y así un interminable suma y sigue, y es que a veces los humanos en nuestra  imparable búsqueda de la innovación y modernidad  no nos damos cuenta de que muchas cosas ya estaban inventadas.

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