Blog | Marta está harta

La primera evaluación, ¿qué hacer con los suspensos?

Jóvenes, adolescentes. EP

PUES COMO todo llega en la vida, ya está aquí la primera evaluación, esa que no sé por qué los de Ministerio de Educación no cambian de fecha, para no amargar la Navidad a tantas familias.

La primera evaluación suele ser la más dura, puedo aseguraros que es en la que más se suspende, y van y la ponen a tres días de la Nochebuena. ¿Y si tu hijo ha traído una o varias asignaturas suspensas, qué Nochebuena te espera? Pues una de esas en las que quieres estar serio y enfadado pero también contento y feliz, vamos una fusión como la del cerdo agridulce del chino, que no sale bien siempre. 

Vayamos por partes, las malas notas no son el fin del mundo, pero tampoco hay que dejarlas pasar. La virtud está en el término medio, pero ¡cuán difícil es esto de situarse en el término medio!

Yo, ante unas malas notas, daría las siguientes pautas: 
1- Reñir y enfadarse en su justa medida, que es Navidad y aún quedan dos evaluaciones para arreglarlo, así que calma y diálogo. Y es que una vez que ya se han entregado las notas, lo hecho en la primera evaluación, hecho está. De poco sirve una discusión airada o una bronca que, quizá, debiera haberse producido hace tiempo. 

2.- Analizar el origen del problema: varias asignaturas no se suspenden de la noche a la mañana, y aunque estemos en posición dialogante tampoco hay que creerse todo lo que el adolescente nos cuente. 

Un alumno que ha suspendido una o dos asignaturas suele tener un problema puntual con esas  

3.- Pongamos en la mesa de diálogo diferentes soluciones según el número de suspensos. La delgada línea roja está en los tres suspensos. Consideramos altamente recuperables una o dos asignaturas suspensas pero a partir de tres asignaturas el problema es mayor, y en la mayoría de los casos se debe a falta de estudio, de interés, de trabajo diario o de una mezcla de estos tres aspectos. 

Entre las soluciones están: el planificarse mejor, eliminar actividades que nos quitan tiempo de estudio, revisar nuestro método de estudio, valorar la necesidad de una ayuda extraescolar, no olvidar que nuestro hijo ha suspendido y que eso tiene que tener algún tipo de consecuencia ,así que nada de regalar plays.

4.- Y por último no olvidar que aún hay esperanza. Un curso académico es una carrera de tres vueltas. Los pasos por la primera y la segunda vuelta son solo indicadores de cómo vas situado de cara a la vuelta final, la importante, la tercera. 

Suspender muchas asignaturas en la primera evaluación quiere decir que, como sigas así, lo más probable es que repitas curso. Por suerte, solo ha transcurrido un tercio del curso, por lo que el margen de mejora es amplio.

Comentarios