Opinión

El misterio del tanga rojo

No, la prenda no era mía, y quizás me habría gustado, como estos versos del Vitale. "No era verdad el fabuloso vuelo/ pero fingíamos creerlo/ por casi hermoso"

EN LAS LIBRERÍAS pasan cosas, algunas misteriosas y que solo conocen muy bien los protagonistas. El otro día en el sótano de Cronopios apareció un tanga rojo. Se montó un pequeño revuelo entre mis compañeras, me las imagino poniéndose guantes para retirar el objeto que suponemos lleno de restos orgánicos, más o menos en función del placer que haya sentido su dueña justo antes de quitárselo, y limpiando con desinfectante los lomos de los libros entre los cuales apareció.

Yo supe del hecho por mi madre, que tuvo a bien llamarme con capciosas intenciones. Imposible no pensar en ella cuando leí "Llamadas de mamá", de Carol Fives, que publicó hace poco Sexto Piso. La novela está muy bien y os la recomiendo siempre y cuando no tengáis una madre como la mía, infinitamente más divertida. Lo primero que me soltó es que mi hermana le había prohibido decírmelo porque luego lo cuento todo, que no sé en qué se basa, pero ya sabéis cómo son las hermanas, siempre poniendo el punto sobre las íes, y no digamos las madres, que si tienen una pista la olfatean como sabuesos hasta llegar a la verdad. La mía, cuando Marga le comunicó la aparición de la ropa interior, bien dobladita entre las obras completas de Seamus Heany y un poemario de Ida Vitale, se volvió hacia a ella y gritó: ¡Tu hermana!

Cómo me las imaginé a las dos en esa conversación, mamá poniendo en palabras el nombre de la sospechosa y mi hermana ladeando la cabeza en forma de, yo no quiero acusar pero todos los indicios conducen a...

¡Pero mamá! Me defiendo yo. ¡Si yo no uso tanga!

No le dije, cómo podéis pensar tal cosa, porque los argumentos de la defensa han de simular creíbles, no vaya a parecer una un político intentando explicar por qué tiene unos cuantos millones en una cuenta en Panamá. Todo legal.

El misterio del tanga en la sección de poesía sigue abierto. Cuando fuimos a buscar la grabación en las cámaras de seguridad nos encontramos que algo había fallado esos días. Ahora me conecto alguna tarde para ver si vuelven los protagonistas y veo en directo un nuevo capítulo de esa historia de pasión, porque así me la imagino, una historia de pasión en una librería. ¿Se os ocurre un escenario mejor?

No, la prenda no era mía, y quizás me habría gustado, como estos versos de Vitale. "No era verdad/el fabuloso vuelo/pero fingíamos creerlo/por casi hermoso".

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