Opinión

Thriller con cadáver y castillo

DICEN que hay una ola de calor en alguna parte, no muy lejos, pero aquí la niebla lo cubre todo. El amanecer es monótono y hermoso, con el mar fusionándose con el cielo en un todo gris. Sólo se distinguen entre sí por las gaviotas que dan vueltas furiosas en el aire y por las barquitas que bambolean imperceptiblemente en el puerto.

Yo leo el último libro de María Oruña, que crea desde Vigo historias que conquistan a decenas de miles de lectores en todas partes, también en Sudamérica, en Italia, en Portugal. No hace muchos años llegaba a las librerías su primera novela. Nadie la conocía y los que estábamos en aquel entonces detrás de los mostradores sabemos que no llegó, como otros, como la gran apuesta de la editorial. A veces los grandes grupos hacen eso, ponen todos los huevos en una misma cesta y empujan con toda su maquinaria para que un texto, y un autor/a en concreto alcancen el éxito. Obviamente lo hacen cuando piensan que puede funcionar, y de vez en cuando consiguen un pleno al quince. Solo de vez en cuando.

Pero no es el caso de María. Su carrera se la ha forjado ella, ganando fieles uno a uno, consiguiendo el difícil y eficaz boca oreja que te lleva en volandas a las listas de más vendidos. Ahí está estos días compartiendo pódium con otros gallegos, Defreds y Manel Loureiro.

La conozco, superficialmente, desde que presentó hace siete años su Puerto escondido. Sigue siendo la misma, o aparentando serlo. Amable, tranquila, seria en el mejor sentido, ajena a las veleidades de la soberbia, trabajadora, buena compañera. Sé que es una gran lectora y también curiosa. En el camino del fuego juega con las memorias quemadas de Lord Byron para construir un misterio que resolver por su protagonista, Valentina Redondo, muy lejos de su jurisdicción.

Del poeta que murió como un héroe en Grecia y que gozó en vida de la fama de una estrella de rock, sabemos casi todo, y, sin embargo, poco después de su desaparición, su amigo Thomas Moore y el editor John Murray lanzaron a la pira los textos de su autoficción. Demasiado escandalosos para la época, aunque él mismo era un escándalo y al mismo tiempo una persona con tal carisma capaz de mantenerse vivo a través de los tiempos.

Me interesa eso, me dice María, saber por qué unas personas poseen esa llama incombustible, y también seguir los pasos de todos los libros que a lo largo de los siglos acabaron en el fuego.

Quién sabe si de aquellos escritos quedaron copias escondidas en algún lugar. Un punto de partida muy sugerente para una mente capaz de fabular.

Es este un thriller con cadáver y castillo, pero también es algo más.

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