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Doña Goto, la reina de Gallaecia

Una reina de Galicia que se sabe que está está enterrada en Castrelo de Miño. Una mujer olvidada porque existen escasos datos pero que tuvo cierta trascendencia por sus generosas donaciones y de la que hoy pocos no acordamos.

Exterior de la iglesia de Santa María. CONCELLO CASTRELO DE MIÑO
photo_camera Exterior de la iglesia de Santa María. CONCELLO CASTRELO DE MIÑO

Una reina de Galicia, un territorio al que el griego Dion y Strabon le llamaron Kalaikía, Ptolomeo lo menciona como Kalaikos: el Anónimo de Ravena le llamaba Calletia y en hebreo se habla de un lugar de montañas y de valles. Las crónicas árabes, entre ellas la de Ibn Jaldún (Ibn Khaldoun), se refieren a Galicia a lo largo de los siglos como Yillíquiya, que era una zona que abarcaba desde Galicia a Centroeuropa, Galísiya que incluía Braga y a los gallegos los denominaban yalaliqa.

En este marco territorial tres mujeres destacaron en la historia de este territorio llamado Gallaecia y después Galicia por haber reinado sin ser realmente coronadas. La primera la reina Cixilo madre del rey Witiza que podría ser hijo de su matrimonio con el rey Égica, o de un matrimonio posterior del monarca. La segunda, la reina Goto, aunque los documentos de la época se refieren a ella también como Gotona, Goda, Godona, Guda, o Goto. Y la tercera la "reina Urraca", que asumió esta función a la muerte de su padre Alfonso VI, como viuda de su primer marido Raimundo de Borgoña, y madre de su hijo. Lo suyo fue más una regencia porque se encontró con el problema al heredar el trono su único hijo de corta edad Alfonso Raimúndez.

Goto Muñoz era hija de Munio Gutierrez de Celanova, III conde de Sobrado y de Elvira Arias. No se sabe exactamente cuando nació, pero sí que lo hizo en Galicia, y tampoco se sabe con seguridad cuando murió, pero se especula sobre el año 964. Hermana entre otros del poderoso caballero gallego Gutier Muñoz. Se casó en fecha desconocida con Sancho I Ordoñez, rey titular de Galicia que era, a su vez, era hijo de del rey de León Ordoño II, que murió en Oviedo enfermo de gota, y de su primera esposa Elvira Menéndez. Al parecer el matrimonio de Goto no tuvo descendencia porque hasta la fecha no hay constancia documental de ello.

En los tiempos de Goto Galicia todavía era un reino y el territorio se extendía desde el Cantábrico hasta el río Miño. Salustiano Portela Pazos ya reivindicó la figura de la última reina de Gallaecia, Goto Muñoz, esposa de Sancho Ordóñez, rey de Galicia (Gallecie princeps) y más tarde de León. Según Ibn Haiyan, cronista árabe, Sancho fue coronado rey de Galicia en el templo de Santiago Apóstol en Compostela: “Se conformó Sancho con ceñir su cabeza con la aislada corona de Galicia, antes bien, sin pérdida de tiempo, ayudado por su hermano Ramiro, procuró unirla a la de León, ...”. El reinado de Sancho fue corto ya que abarcó poco más de tres años desde el año 925 al 929. A lo largo de su vida ambos reyes donaron tierras, posesiones a monasterios como la villa de Pombeiro al monasterio lucense de la localidad San Vicente de Pombeiro.

Cuando su marido falleció precisamente en el año 929, Goto se retiró en el monasterio de Santa María de Castrelo de Miño, del que llegó a ser abadesa. Se entiende que esta es la fecha del fallecimiento del rey, 10 de junio de 929, porque a partir de aquí ya no constan documentos en los que aparezca su firma y sí lo hace su mujer. Goto llegó a vivir más de treinta años después de la muerte de su marido y está enterrada en el monasterio esta localidad. De la antigua construcción sólo quedan algunos restos y unas lápidas; de la iglesia todavía se conservan la torre y el ábside medieval. Parece ser que su marido fue enterrado en el mismo monasterio en el que ella se retiró en Castrelo de Miño. Chronici rerum de la Crónica de Vaseo lo describe así: "Dicitur vero ibi Regina(Gudo appel latur,nifi mendofus eft liber) maritú initinere, dum Legionem tenderet, defunctum in ripa Minij honorifice fepeliuiffe in monafterio de Caftrelo (ita enim ibi legitur, fed médum fufpicor)".

Según palabras de Salustiano Portela la reina tuvo una visión en el monasterio mientras dormía: «la reina Gudo, confesa en el monasterio de Castrelo, apareciósele su finado marido, penante, prendido con cadenas (y entre dos diablos), y encarecidamente rogóle que continuase ofreciendo sufragios por su alivio y provecho», oraciones y limosnas por un plazo de cuarenta días. Pasado ese tiempo se le volvió a aparecer "con blanca vestidura y sobre sus hombros una piel, que la Reina prestamente reconoció ser la misma que pocos días antes había entregado por vía de limosna aun menesteroso”, libre ya de los tormentos de los diablos. Ante tal visión Goto intentó abrazar a su marido, que se esfumó, pero se quedó con un pedazo de piel entre sus manos que más tarde se guardó en el monasterio de Ribas de Sil. Como se puede ver los hechos sobrenaturales eran muy frecuentes en los monasterios.

Uno de los Sarcófagos que se conservan en Castrelo. CONCELLO CASTRELO DE MIÑO

Un reino sobre el que decía el Chronicon que ocupaba la tercera parte de Hispania y que no era fácil de someter gracias a la fe que les une y que la hace inexpugnable a los visigodos y sarracenos, gracias a la presencia de los restos del apóstol Santiago: "Regnum vero tertiae partis Hispaniarum, quod dicitur Galliciensium, nec tunc Wisigothi, nec postea Saraceni, potuerunt subigere; sed adhuc viget incolume, et Dei fide protegente, manet inexpugnabile".

En la desaparecida fortaleza de Castrelo do Miño sucedió en 1111 un suceso digno de una película cuando refugiados en este lugar el hijo de Urraca, el príncipe heredero Alfonso Raimúndez, asediado durante meses por los partidarios a que sucediera al trono su madre, pidió la presencia del obispo Diego Xelmírez como mediador. Cuando el obispo llegó fue apresado en la fortaleza por los caballeros de Urraca y apresaron a los caballeros que protegían al príncipe, a la condesa de Traba y al propio obispo que fueron retenidos en el monasterio de Ribas de Sil.

Mi agradecimiento a Alfredo Fernández, Concelleiro de Desenvolvemento y al Concello de Castrelo de Miño (Ourense) por facilitar parte de la información y las fotografías adjuntas.

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