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Francisco Sánchez, el Escéptico de Tui

« Tu ciencia no es del hombre verdadero, sino del que tú te inventas; por tanto, no sabes nada» así se puede resumir el mensaje de uno de los filósofos más importantes de la Europa de su tiempo nacido en Tui «hasta el punto de que llegó a considerar la propia idea de certeza como algo innecesario».

Francisco Sánchez de Sousa «el Escéptico», que nace en Tui en 1551, fue un importante filósofo «escéptico» y médico renacentista. Hijo de Antonio Sánchez , de profesión médico, y de la portuguesa Filipa de Sousa tiene dos hermanas casadas con los judíos Antonio López y Adán Francisco y tuvo dos hijos: Dionisio y Guillermo que ingresaron en un convento.

Viene de lejos el enfrentamiento entre historiadores portugueses y españoles sobre su origen; por un lado se lo atribuye Braga como «Sánches», ciudad materna en la que fue bautizado, y en una vuelta de tuerca , en los documentos de su defunción, los franceses se lo apropian bajo el nombre de François Chance. Según sus propias palabras era un «hispano nacido en la ciudad tudense» y él mismo «protestaba que no era portugués», la confusión sobre su ciudad natal proviene del dato de que se bautiza en Braga el 25 de julio el mismo año de su nacimiento.

A los 11 años su familia se traslada a Burdeos y se matricula en el célebre colegio de la Guyenne. En 1571 fallece su padre, por lo que se traslada a Roma, ciudad en la tenía familiares maternos. En aquel momento, Roma era una ciudad privilegiada en cuanto a conocimiento se refiere y allí se dieron cita en las mismas fechas Girolamo Cardano y Elaine Limbrick . Ingresa en la Universidad de La Sapienza para estudiar filosofía. Se conserva la relación epistolar de Sánchez con el geómetra Cristóbal Clavio, astrónomo del Vaticano que elaboró el calendario gregoriano. En 1573 se traslada de Roma a Toulouse para estudiar Medicina y en menos de un año termina con el grado de doctor por la Universidad de Montpellier .

En 1578 edita Carmen de Cometa «un poema filosófico en hexámetros que redactaba con ocasión del avistamiento de la estela del cometa que luego sería conocido como “el sebástico”». El cometa posiblemente fuera el C/1577 V1 descubierto por Tycho Brahe a la puesta del sol un 13 de noviembre, «después de haber vuelto de un día de pesca, siendo en todo caso el observador más distinguido y que mejor ha documentado el paso del cometa».

Tardó cinco años en publicar Quod nihil scitur, obra que le daría fama internacional, dedicada a Diego de Castro y Mendoza y lo hizo en 1581 en Lyon. Escrito profundo, a la vez que polémico y contradictorio. En Que nada se sabe la pregunta clave que se hace es: «¿Es necesario conocer todas las causas para conocer las cosas?», porque el conocimiento de las causas es infinito y por consiguiente nunca llegaremos al fondo de la cuestión ya que «si se pretende alcanzar la sabiduría, la ciencia perfecta, entonces, en efecto, es preciso conocer todas las causas, pero esto, según se ha visto, no resulta factible, de lo que se desprende que no cabe la sabiduría».

Carga duramente contra el «argumento de autoridad» que se basaba en creer, por ejemplo, que «la Tierra gira en torno al Sol porque así lo dijo Galileo» y defiende las verdades a través de métodos científicos, por lo que está considerado como uno de los padres de dicho método.

Se llegó a poner en duda su profundo escepticismo, pero el estudio de su correspondencia privada confirma que sus creencias estaban muy arraigadas. Fallece en Toulouse en 1623 con el respeto y admiración de toda Europa. Ese mismo año sus descendientes publican dos de sus obras: Opera médica y Tractatus philosophici.

Fuentes: “"La teoría de la causalidad natural de Francisco Sánchez el escéptico"” y "“Francisco Sánchez, el Escéptico: Breve historia de un filósofo desenfocado"” de Rafael V. Orden, GCiencia y Darío Álvarez Bláquez.

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