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Fray Tomás de Sarria, ‘el bienhechor’ de Pontevedra

Fray Tomás de Sarria fue un dominico bienhechor de Pontevedra, Arzobispo de Tarento (Italia), teólogo, diplomático, escritor y mecenas que nació en la rúa de la Alhóndiga de Pontevedra en el siglo XVI

AUNQUE no se sabe con exactitud su nombre y apellidos reales fue un pontevedrés que formó parte, en primera línea, de uno de los momentos más delicados de la historia de los Habsburgo en Europa. Tomás de Sarria nace hacia 1591 en Pontevedra, fue bautizado en San Bartolomé, pero la partida de nacimiento no se ha podido localizar. José Filgueira Valverde señala su entronque con el linaje de los Falcón, en concreto por su sobrina Ana Falcón de Soto casada con Francisco Domínguez Tenorio.

Aunque nació en la calle Don Filiberto, nombre que es muy posterior, vivió en una casa al lado de San Bartolomé el Viejo y «frente a la que naciera Don Antonio Rodríguez Mouriño de Pazos y Figueroa». Los que lo conocieron lo describen como «remiso, fácil de creer y tenaz en la primera prehensión».


Fue catedrático de Filosofía en 1633 y profesor de Teología en Pamplona , Universidad en la que se graduó en Teología un año más tarde. Ingresó en la orden de los dominicos de San Pietro Imperiale de Tarento en Italia, en la actualidad San Domenico Maggiore, como Fray Tomás de Sarria . En 1638, en Colonia, editó, revisó e ilustró las obras de su amigo Domenico Gravina, gran erudito y teólogo napolitano. Obras que ilustró con gran maestría, como se puede ver en la portada adjunta.

Años después ejerció como profesor y rector de la Universidad de Colonia y es cuando empieza su ascenso en Europa. Tanto es así que fue consejero del Emperador de Alemania, Fernando III, y legado de Felipe IV, conocido como «el Grande» o «el Rey Planeta», Rey de España, Nápoles, Sicilia y Cerdeña y duque de Milán. Durante su reinado se enfrentó a la Europa protestante y a la Francia católica. Fray Tomás actuó como emisario, y hombre de confianza, «para tratar la paz con el Papa y otros Monarcas» en «difíciles e intrincadas misiones diplomáticas en Italia y Alemania», de hecho propició la sucesión de Felipe IV que precipitó la decadencia del Imperio español en Europa y el final de la Casa de Austria.

También tuvo un papel relevante como predicador de la Reina de Hungría, Leonor Gonzaga-Nevers, en 1657. Ese mismo año Fray Tomás ya era Arzobispo de Tarento, ciudad de Apulia. Hasta finales del SXVII los obispos de Tarento procedían de otros territorios, ya que dependió de la Corona de Aragón desde 1497.

Pese a llevar muchos años fuera de Pontevedra Tomás no sólo favoreció a su familia, Domínguez Falcón, sino que además «se entregó al servicio de los naturales de su villa con un fervor acendrado con los años y acuciado por la imposibilidad del retorno». Fundó dos cátedras en el convento de Santo Domingo de Pontevedra, una de Filosofía y otra de Teología Moral: «Su ilustrísima tiene dado orden para que en el convento de Santo Domingo estramuros de dicha villa, ques de su relixión, se funden dos cátedras, la una de Moral y la otra de artes, para beneficio de lo público y naturales, con renta de ducientos ducados». En 1679 amplía las dependencias del convento para acondicionar las dos aulas «en la que puedan los discípulos cómodamente oír y escribir las lecciones», aportando ochocientos ducados y con un plazo de ejecución de las obras de cuatro meses. Hombre pragmático, y adelantado a su tiempo, «quiere de sus catedráticos unidad, brevedad y eficacia».

Fray Tomás fue un hombre generoso que nunca se olvidó de su ciudad natal y lo demostró, entre otras, con la creación de tres fundaciones: una «Obra Pía del Aceite de San Bartolomé», otra para vestir pobres y la última en el sector de la enseñanza con las dos cátedras citadas anteriormente. También contribuyó con 275 reales al año al buen funcionamiento de la enfermería del Hospital de San Juan de Dios de Pontevedra.

Contemporáneos pontevedreses a Fray Tomás de Sarria fueron Diego Gómez Patiño, padre del I Duque de Patiño, los hermanos Nodales, Bartolomé y Gonzalo, que descubrieron el Estrecho de San Vicente o Francisco Sánchez, «el Escéptico» de Tui, que fue uno de los filósofos más importantes de Europa en su momento.

Fray Tomás fallece en Tarento el 5 de mayo de 1682, a la edad de 91 años, de una apoplejía, según las palabras del propio nuncio de Nápoles: «La morte di Mons. Arcivescovo di Tarante - scriveva il nunzio già il 5 maggio 1682 - benché fusse detta a Palazzo, non s’è verificata; si crede però vicina per la sua gravetà di novant’un anno, agiuntave l’apoplesia». Dejó todos sus bienes al convento de San Pietro Imperiale, orden dominica en la que había ingresado muchos años antes. Hablamos de uno de los Pontevedreses más influyentes de Europa a nivel político de todos los tiempos. Es una pena que no haya podido encontrar un retrato de tan importante personaje.

Fuentes: Filgueira Valverde, Alfonso Daniel Fernández, Museo de Pontevedra 1948 Fray Aureliano Pardo Villar, La Diocesi di Taranto n’ella eta moderna (1560-1713), ASV, Nunz. Nap., vol. 94, fol. 277, Varones Ilustres de Pontevedra IV de José Millán, Archivo de la Diputación y El águila caída: Galicia en los reinados de Felipe IV y Carlos II de Emilio González López.

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