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La Guerra de la Independencia calle a calle en Pontevedra

Hablamos de una guerra que comenzó en 1808 y cuya batalla llegó a las calles de Pontevedra en 1809, cuando los franceses tomaron la ciudad. En aquel momento representó la unión de un pueblo contra una fuerza invasora en territorio gallego.

El monumento a los héroes de Ponte Sampaio, que conmemora la lucha contra la invasión francesa, se lo debemos a los esfuerzos del diputado Eduardo Vincenti, al Centro Gallego de Madrid, al Ayuntamiento de Pontevedra, al Conde de Cartagena y a Torcuarto Ulloa. El conjunto escultórico que preside los jardines de La Alameda es obra del reconocido escultor Julio González Pola.

Es la única guerra de la Edad Moderna que llegó al corazón mismo de la ciudad; porque en Pontevedra durante la Guerra Civil no entró en conflicto bélico, aunque vivió de otra manera más terrorífica las consecuencias del mismo. La Guerra de la Independencia Española, conocida también como La Guerra de los Seis Años, da comienzo en 1808 como respuesta a la invasión francesa, cuyo objetivo era subir al trono español a José Bonaparte, hermano de Napoleón: "el rey que para los españoles hubo de destinar fue recibido á puntapiés y despedido á cañonazos".
Monumento a Joaquín Miranda, Conde de San Román. Imagen para el blog de Milagros Bará (03/12/17)
El detonante del levantamiento en Pontevedra, mediante guerrillas formadas persona de toda clase social que se echaron al monte para expulsar a los franceses, fueron la capitulaciones de Bayona, cuando Carlos IV y Fernando VII renunciaron al trono de España a favor de Napoleón Bonaparte, que a su vez cedió a su hermano José. Lo que se pretendía con esta acción era invadir Portugal y repartir sus territorios según el conocido Tratado de Fontainebleau firmado el 27 de octubre de 1807.

El país vecino alternó durante siglos acuerdos de conveniencia con nuestro país o con nuestros enemigos en función de sus propios intereses; en algunos casos fueron nuestros aliados los portugueses o los franceses y nuestros acérrimos enemigos los británicos.

En esta contienda, además del pueblo llano, participaron ilustres pontevedreses como el brigadier Joaquín Miranda Gayoso (Conde de San Román), el coronel Jacobo Llorente (Marqués de Astariz), el Marqués de Aranda, el teniente Juan Canitrot o, como médico cirujano, el propio Claudio González y Zúñiga, conocido cronista de Pontevedra. Un pontevedrés destacado en la liberación fue el marinense Juan Gago de Mendoza, corsario que durante años defendió nuestra Ría por mar de los ataques de los ingleses y holandeses, que prestó varios cañones para la batalla de Ponte Sampaio.

Para anécdotas la de Azpiazu que: "Había sido correo de Gabinete y antes de que los franceses se apoderasen de los pliegos que llevaba en una ocasión, tuvo necesidad de comerlos porque eran de gran trascendencia". El rey Fernando VII le apodó Brazo arremangao porque "en una batalla, mostrando desnudo el brazo derecho, se fué contra el enemigo, obligándole á huir", por todo ello "le colmó de beneficios por servicios prestados a la corona".

Nuestros "aliados" ingleses mantenían fondeadas en Marín dos fragatas, la Venus y la Sicheli, que abastecían de armas a las tropas locales dirigidas por Lapeiros y Cairos. El 4 de abril los marinenses deciden atacar la Fortaleza de Marín ocupada por los franceses y lo consiguen "destruyendo las baterías que pudieran atacarles"; lo hicieron con tantas ganas que los franceses se retiraron y cayeron prisioneros 70 invasores y los que quedaron se refugiaron en la ciudad de Pontevedra.

El 5 de marzo de 1809 los franceses se habían atrincherado en el antiguo convento de San Francisco cuando un grupo de pontevedreses de Laxinde, Reigosa y montes de Lourizán deciden atacarlos por varios flancos. Entre tanto "las fuerzas de Cotobade combinadas con las de Pontevedra y Caldevergazo amagaban a los franceses por las puertas de Santa Clara, San Amaro de Moldes y Eiriña, á las órdenes de los Hilarios, Garcías y Cardeiros".

Se unieron "las del Morrazo, descendiendo de los montes en las que estaba acampadas á las órdenes de D. Juan Gago y su segundo, Don Manuel Alarcón, avanzaban con sus guerrillas hasta el campo de San José", siendo atacado por destacamento el francés que avanzaba desde La Peregrina. Los pontevedreses se retiraron a Campolongo en donde se libró una encarnizada batalla desde cuyos muros se defendieron durante dos horas, y hubo mucha sangre por un lado y por otro. Tras ganar ésta batalla, los franceses quemaron Campolongo, remataron a los heridos y enfermos en sus casas y "obligan a nuestros paisanos á volver á los montes".

Durante la ocupación Don Jacobo Varela, juez del Ayuntamiento de Xeve, falleció en el Puente del Burgo alcanzado por unos disparos. El Alcalde de Pontevedra salvó al cura de Amil, Don Apolinar López, de ser pasado por las armas. El 24 abril de 1809 se dio sepultura a Domingo Justo Cendón, soltero, hijo de Antonio y Rosa, vecino de San Miguel de Marcón que murió de un tiro que le dispararon los franceses. También falleció Francisco Soliño esposo de Rosa Balea en el lugar de Marcón, muerto también por los invasores franceses.
Detalle del monumento en La Alameda de Julio González. Imagen para el blog de Milagros Bará (03/12/17)
Un numero indeterminado, que se supone de una docena de pontevedreses, fueron fusilados "por las tropas de pérfido Napoleón en la Plaza del Teucro", se salvo el cura del coto de Amil Apolinar López que llevaba entre sus ropas documentos comprometedores, los cuales se tuvo que comer para que no cayesen en manos de los franceses, como Azpiazu, y salvó la vida gracias a la intervención y suplicas del Alcalde de Pontevedra. El general francés Franceschi instaló su puesto de mando en una de las casas asoportaladas de la Plaza del Teucro.

En ese momento sólo quedaban tropas francesas en la ciudad de Pontevedra y se organizó un regimiento bautizado como Unión con "paisanos de Cotobad, Montes, Peñaflor y Caldevergazo", y nombraron comandante al pontevedrés Pablo Morillo, con Pablo de Noroña como General en jefe. Otro regimiento Morrazo se unió a estos para liberar las ciudades de Pontevedra y Santiago de Compostela pero, enterados de los planes en una maniobra rápida, los franceses abandonaron Pontevedra y se refugiaron en Santiago de Compostela.

Triste fue la derrota de los nuestros que esperaban emboscados en las inmediaciones el paso de una tropa de 300 soldados franceses en PonteSampaio que, después de ‘dos horas de fuego’, los pontevedreses se batieron en retirada. En una segunda incursión francesa capitaneada por el coronel Michel Ney avanzaron sobre el puente con "8.000 infantes y 1.200 caballos", los españoles eran 1.000 y 4.000 iban sin fusiles pero llegaron antes, ventaja que aprovecharon para tomar posiciones. "A las nueve del mismo día aparecieron los franceses en la orilla opuesta, y desde luego se rompió de ambos lados vivísimo fuego", y "duró el fuego hasta las tres de la tarde sin que los franceses consiguiesen cosa alguna", y aunque la batalla prosiguió al día siguiente, 8 de junio de 1809, los franceses "al amanecer del día 9, se retiraron á las calladas después de haber experimentado considerable pérdida".

Libre quedó Galicia después de cinco meses: "perdieron los franceses la mitad de la tropa con la que habían penetrado en aquel suelo", explicaba el Conde de Toreno. Las Alarmas cantaban desfilando esta canción: "Franceses ide pra Francia/deixarnos coa nosa lei/que en tocante a Dios y Rey/ a nosa patria e fogares/todos somos militares/e formamos unha grei".

En 1809 José Antonio Vázquez, en nombre de Josef Tomás Novas y Noboa, confeccionó un listado con los pontevedreses que se habían pasado al bando francés durante la ocupación.

Fuentes: El Diario de Pontevedra, Claudio González Zúñiga, El Buscapié, Historia del levantamiento, guerra y revolución de España por el Conde de Toreno, Semanario y El Centinela.

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