▶ O Burgo, a la sombra del puente que lleva su nombre y a orillas del río Lérez, fue un punto estratégico de Pontevedra, y una de las entradas a la ciudad desde el norte, lugar de paso del Camino de Santiago portugués.
LA ETIMOLOGÍA de burgo nos remite a una aldea o ciudad fortificada, en algunos casos con un castillo o torre, una iglesia, y formaría lo que se podría denominar una colonia mercantil.
Una historia, la de O Burgo de Pontevedra, que se remonta a la época de los romanos. en las excavaciones entre 1988 y 2006 se encontraron tres miliarios romanos a pie del puente, uno de ellos datado en 134 d.C. Dedicado al emperador adriano con la inscripción: "El emperador César Augusto Trajano Adriano, padre de la patria, Pontífice máximo, con la tribunicia potestad por la décima octava vez y consular por la tercera, hijo del divino Trajano Pártico y nieto del divino Nerva. 96 millas desde Lucus Augusti". Se supone la existencia ya de un puente romano que sería sustituido en la Edad Media y que se volvería a reformar hasta el que conocemos hoy. en el s. Xii Pontevedra ya tenía una muralla de defensa de la ciudad, que pasaba por el puente, con puertas situadas en lugares estratégicos: en el puente del Burgo, la Puerta de la Galera, y la del Ribeiro en el Parador. Estas puertas se usaban para controlar la entrada de mercancías a la ciudad, lo que más tarde serían los fielatos, y en casos de epidemia para impedir la entrada a los enfermos.
Según la tradición, el Apóstol Santiago, en su viaje evangelizador, hizo que las uvas y el maíz de las leiras de una casa de A Santiña, en la que fue acogido, madurasen milagrosamente. Desde entonces, una procesión cada 24 de julio lleva la imagen de Santiaguiño a la casa que actualmente pertenece a la familia Couto y se celebran las famosas fiestas del 24 y 25; la verbena, a principios del siglo pasado, la amenizaba la Banda del Hospicio, grupos de gaitas y los tradicionales fuegos artificiales.
El barrio es, y fue, zona de paso del Camino de Santiago portugués que entraba a la ciudad por la Puerta de Trabancas, de iglesia de la Virgen Peregrina, seguía por los Soportais hasta la calle Real, calle Ponte, cruzaba el puente y salía de Pontevedra por la rúa da Santiña, a gándara y Ferreira, hacia Caldas de Reis.
Ya metidos en el s. XV, en 1464 un escribano del concejo relataba que, por la lluvia torrencial, subió el nivel del río Lérez y se produjo una inundación catastrófica: "eran tantas las aguas que bajaron de los montes que, juntándose con los ríos, hicieron crecer el Léres tanto que, saliendo de su curso ordinario, se entro por la villa y tenía aisladas muchas casas desde el barrio del Borrón hasta la Puerta de la galera que badeaba con barcos dentro de la muralla y en que los mas oxos del de la puente de dicha villa estaban ya cubiertos de agua... ", inundación que dejó aisladas a muchas casas de la ciudad. otra gran riada se registró en 1658 causando también enormes destrozos.
En este mismo puente, Tristán de Montenegro, juez de la villa de Pontevedra, caballero y señor de la torre de montenegro hacia 1479, "defendiendo la Puerta de la galera, defendiendo los castillos de la Puente del Burgo" pierde la vida: "murió de una espingardada cuando se tomó esta villa al conde de Camiña, con Pedro Álvarez de Sotomayor"; la espingarda era un fusil de cañón largo. el puente tenía una torre que fue destruida por los ingleses en 1719, se reconstruye pero desaparece definitivamente en 1805. en el centro del miso había un cruceiro que, a mediados del S. XiX, finalmente, se trasladó a la Plaza de la Leña, y es el que hoy podemos ver allí. en la antigua capilla de o Burgo, en la actual rúa Xoán manuel Pintos, en la que hoy está el monumento al célebre acordeonista Diosiño, se veneraba la imagen de Santa Ana con el Niño.
La carretera entre o Burgo y A Caeira se construyó en 1898; durante los trabajos le cayó encima una piedra enorme a un trabajador, que le cogió por sorpresa la explosión de uno de los barrenos. Por esa misma carretera, y ese mismo año, una mujer se cayó al río y salvó la vida al ser rescatada. Tres años más tarde comienzan las obras de ensanche del puente, e inmediaciones, por lo que se tuvieron que expropiar varias viviendas.
En 1914, sabemos por la prensa que aparece en la calle de la Barea, en casa del Sr. Pidre, un niño perdido en el Burgo: "Sus señas son de unos dos años, y regularmente vestido", suponemos que finalmente encontró a su familia. En 1924 ocurrió en la zona un suceso que conmocionó a la ciudad, cuando se produjo una explosión en la cohetería de Modesto Pacheco, viudo y con cinco hijos de corta edad, a las nueve de la noche cuando cebaba una caja de pistones para bombas. estaban presentes Juan Otero, su hijo Ramón y Juan Cores. Todos resultaron heridos y fueron trasladados, en primer término, a la Cruz Roja, pero debido a la gravedad de la heridas los llevaron en camilla al Hopital Provincial. O Burgo y Lérez fueron cuna de carteristas, el más conocido de todos fue Venerando, y lugar de trabajo del conocido médico Ballina.
Fredy Nistal recuerda cuando, en 1959, El Malecho, de la ferretería del Burgo, que además era buceador, y Blanco, que trabajaba en la Escuela Naval, tenían la lideira de que a los cuatro años los niños de la zona tenían que aprender a nadar. Los tiraban con marea llena desde el segundo arco del puente del Burgo porque había menos altura y "los tiraban de pie". Las dos primeras veces les recogían y a la tercera los niños tenían que ir nadando solos, por eso el barrio tenía fama de buenos nadadores y siendo así no es de extrañar. Recuerda también cuando en las escaleras, de la que hoy es gasolinera, los vecinos se iban a dar un baño y a cenar.
En la Biblioteca Medicea Laurenziana se encuentra el libro en el que está el dibujo de la vista de Pontevedra en 1669 de Pier María Baldi en un viaje que hizo por españa. Por último, destacar que en el Escudo de Pontevedra, desde tiempos inmemoriales, podemos ver el puente, las dos puertas, las dos torres y la muralla de la ciudad. 
Fuentes: Mondariz, Vigo, Santiago Guía del Turista (1912), Estudios arqueológicos de Antonio de la Iglesia Gonzalez, Muerte Y Ritual Funerario en la Historia de Galicia de Antón A. Rodríguez casal y Domingo L. González Lopo, La Correspondencia Gallega, El Progreso, Galicia, El Áncora, Biblioteca Medicea Laurenziana, Unidade Municipal de Arqueoloxía do Concello de Pontevedra y Fredy Nistal.
