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Pedro Cerviño y el 'Tercio de Gallegos'

Un pontevedrés que marcó la historia de Argentina como emigrante en el s. XVIII, destacado por ser el primer jefe del Tercio de Gallegos de Buenos Aires, y se podría considerar que también fue nuestro Darwin de Muimenta.

Pedro Cerviño


Pedro Cerviño fue un ingeniero militar, cartógrafo, topógrafo, humanista, editor y docente, del que se habla muy poco en Pontevedra. Es conocido en Argentina por ser el precursor de la Marina Mercante de este país, Primer Director de la Escuela de Náutica del Real Consulado de Buenos Aires y Fundador, y Comandante Primero, del Tercio de Gallegos.


El Tercio de Gallegos, también conocido como Batallón de Voluntarios de Galicia, fue una unidad formada, en 1806, en Buenos Aires por gallegos nacidos en Galicia, para defender el territorio de las invasiones inglesas y Pedro Cerviño fue su primer coronel en jefe. Estaba formado por diferentes batallones con una tropa que ascendía a seiscientos voluntarios.

Pedro Antonio Cerviño Núñez nació 6 de septiembre de 1757 Santa María de Muimenta (Pontevedra), hijo de Ignacio Cerviño y de Leonor Núñez de la Fuente.

Emigra siendo muy joven a Argentina y empieza a trabajar como dependiente de comercio de un paisano suyo. Su pensamiento humanista y sensibilidad le llevan a ingresar en la Tercera Orden Franciscana Seglar de Buenos Aires en 1774. Poco tiempo después regresó a España para cursar estudios militares en la Academia de Matemáticas de Barcelona.

El 16 en 1781 vuelve a Buenos Aires con un contrato desde España como Ingeniero Voluntario del Ejército, como Geógrafo a las órdenes del Virrey del Río de la Plata, para perfilar los límites de los territorios españoles y portugueses en la zona. El Virreinato del Río de la Plata fue un extenso territorio, desde Perú y Brasil hasta la Patagonia, que perteneció a la Corona de España. En uno de los trabajos entra en contacto con las poblaciones indígenas y llegó a aprender varias lenguas locales. Cerviño trazó "cartas náuticas, mapas y otros reconocimientos desde el Paraguay hasta la Patagonia". Tuvo la suerte de trabajar a lo largo del territorio con el gaditano Félix de Azara, considerado "El Darwin Español".

Cerviño se preocupó por los indígenas y el comercio justo, basta recordar sus palabras en contra del monopolio del comercio entre América y el puerto de Cádiz : "...los monopolistas reducen el comercio a comprar lo más barato posible en América, para vender lo más caro posible en Cádiz...". Estamos, también, en una época en la que existían los "encomenderos" que, aunque su misión era que los indígenas trabajaran y velar por su bienestar, en esta región, a finales del s. XVIII: "tomaban a los nativos por esclavos hasta su muerte -la que por cierto se producía bien pronto- a lo que se sumaba la práctica abortiva de las jóvenes indias, con lo cual la población aborigen disminuyó hasta su casi completa extinción en pocos años", un modo de proceder que Cerviño no compartía.

En 1798 le encargan la construcción del muelle del puerto de Buenos Aires y también "el trazado de calles, construcción de desagües, reglamentación de veredas y calzadas, el trazado de una carta de grande parte del Virreinato del Río de la Plata". Con el general Manuel Belgrano, un demócrata, monárquico y fundador del Virreinato, les une su excelente relación para plantear la primera Escuela de Náutica en la capital virreinal: "Los Cursos se iniciaron el 25 de Noviembre de 1799, dentro de los salones del ala sur del Real Consulado, convirtiéndose en el Primer Instituto de Enseñanza Superior Profesional y Científica del Río de la Plata", día que se celebra todavía hoy, en este país, el Día de la Marina Mercante.

En 1802 se casa con María Bárbara Barquín Velasco, pero no tuvieron hijos. Volviendo al Tercio de Gallegos, en cuyo blasón de las armas Cerviño quiso poner la Cruz del Apóstol con las dos vieiras invertidas a sus lados, entra en combate en junio de 1806 cuando los ingleses atacan Buenos Aires, pero fueron derrotados por el Tercio. Cerviño deja por escrito esos primeros momentos: "La muy noble, y fidelísima ciudad de Buenos Aires, fué sorprendida, y tomada el veinte y siete de Junio del presente año por poco mas de mil seiscientos ingleses, al mando del Mayor General Guillermo Carr Berresford". Una segunda intentona, en 1807, terminó con la retirada de tropas y el abandono definitivo, según el plan de la corona inglesa, de invadir este enorme territorio a través del Río de la Plata. Además del de Gallegos "también se formaron otros regimientos de infantería españoles: el Tercio de Miñones Catalanes, el de Vizcaínos, Cántabros de la Amistad, Montañeses, y Andaluces". Cerviño, preocupado por la suerte de sus paisanos voluntarios, consiguió "que los acuartelados cobrasen una soldada".

Recibió nuestro paisano para el Tercio, de manos del Alcalde del Cabildo porteño, una gaita escocesa, tomado como botín del Regimiento nº 71 de "Highlanders"; desde entonces es el único cuerpo Militar con derecho a utilizar este instrumento. Durante este periodo la Escuela Náutica dejó de tener actividad lectiva ya que todos los profesores y alumnos pasaron a formar parte del Tercio y su primera misión era proteger el territorio.

En mayo de 1810 las revueltas para independizar el territorio de el dominio español terminan con la independencia en 1814. Manuel Belgrano, que está considerado uno de los padres de la patria Argentina, lidera las revueltas independentistas, por estar en desacuerdo con la sucesión del trono en España y la confusa situación política de nuestro país.

Casi cien años después, en 1872, Domingo Faustino Sarmiento fundó la Escuela Naval Militar de Argentina y "en su discurso inaugural, menciona textualmente que dicho establecimiento vendría a continuar la obra iniciada en 1799 por el insigne Cerviño". Gracias a los esfuerzos de Cerviño el primer buque mercante que inicia intercambios comerciales entre Argentina y Calcuta fue el corsario "Palomo" el 10 de septiembre de 1814.

Pedro Cerviño fue un pontevedrés ilustrado que contribuyó al desarrollo del comercio, la educación y la ciencia, además destacó "por los aspectos espirituales de la vida" al servicio de la corona española en Argentina. Una vida tan intensa que estas líneas no son más que un rápido resumen. Falleció el 30 de mayo de 1816 en Buenos Aires. En Campo Lameiro un instituto lleva su nombre en recuerdo de un paisano nuestro fundamental en la historia de Argentina y allí lleva su nombre el Museo Marítimo de la Escuela Nacional de Náutica Manuel Belgrano.

Fuente: Historia del Tercio de Gallegos de Horacio Guillermo Vázquez Rivarola.

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