Blog | Crónicas y perfiles

Santiago Wall y Manrique de Lara

SANTIAGO RICARDO Wall y Manrique de Lara, IV conde de Armíldez de Toledo, nace en Pontevedra en 1781, bautizado el 4 de julio de ese mismo año, fue Teniente General de los Reales ejércitos, Virrey de Navarra y regidor perpetuo de Zamora.

Casado con Luisa Rafaela Alfonso de Sousa de Portugal y Guzmán, con la que tuvo tres hijos: Santiago Diego Wall y Alfonso de Sousa Portugal, V conde de Armíldez; Isidro, VI conde de Armíldez y María Luisa Wall y Alfonso de Sousa, XV marquesa de Guadalcázar, título que hereda de su madre.

Con toda seguridad descendiente de los "gansos salvajes" irlandeses: "emigrados a Europa que lucharon con las potencias continentales de la época", como en el caso del pontevedrés Enrique MacDonell y de Gondé, también descendiente de irlandeses. Pariente de Ricardo Wall y Devereux, general, diplomático y ministro de origen irlandés que vivió y prestó servicios en España.

Bajo el reinado de Carlos IV, llamado "el Cazador", Santiago Wall sirvió en el Regimiento de Dragones del Rey, que iban a caballo "con arma de fuego larga".

Participó en la guerra contra Francia de 1793 a 1795, guerra que se produce tras la ejecución del Rey de Francia, cuestión que aprovechó Godoy, primer ministro de Carlos IV, para aliarse con Gran Bretaña en la Primera Coalición en contra de Francia, aunque el ejército de la nueva República francesa nos atacó primero.

Participó también en la guerra contra Portugal de 1801, más conocida como La Guerra de las Naranjas, que fue un conflicto militar que duró dieciocho días. Debe su nombre al "ramo de naranjas que Godoy hizo llegar a la reina María Luisa cuando sitiaba la ciudad de Elvas". Se produce al incumplir el Tratado de Madrid de 1801 firmado por Godoy según el cual, si Portugal mantenía su apoyo a los ingleses, España entraría en guerra con el país vecino. Y así fue cómo empezó esta guerra con Portugal.

De 1808 a 1813 reina España José Bonaparte, el 2 de mayo se produce un levantamiento contra los franceses en Madrid que termina con fusilamientos masivos por parte de las tropas napoleónicas. En 1814, ya bajo el reinado de Rey Fernando VII, también conocido como el Deseado o el rey Felón, considerado un rey sin escrúpulos, vengativo y traicionero, se deroga la constitución de 1812. A fines de 1819, debido al malestar en el ejército español por la exclusión de los liberales del gobierno, se precipita la sublevación de la Guardia Real. En 1920 comienza el trienio liberal o trienio constitucional. Un año después, y ante los años convulsos que vive el país, se aprueba en las Cortes que "entre los 18 y los 50 años todos los españoles tienen la obligación de defender a la Patria por las armas".

Cuando los franceses invaden España, a principios de 1823, Santiago Wall sirve en Galicia a las órdenes de Pablo Morillo, conde de Cartagena. Dicha invasión se produce porque el Rey de Francia dispone de los medios necesarios y cuenta con muchas posibilidades de éxito. Los franceses desplazan a nuestro país 92.919 oficiales, suboficiales y soldados, y 25.677 caballos.

En 1823 Wall cae prisionero del ejército francés, no tengo el dato de dónde se produce el apresamiento pero, tras la rendición de Pamplona las tropas derrotadas abandonaron la ciudad rumbo al exilio en Francia, hecho que relató un preso en su diario. Según nos cuenta, los prisioneros españoles caminaron durante 17 días hasta Périgueux y Bourges donde permanecieron siete meses bajo arresto. El "indulto" se hizo esperar pero cuando llegó iniciaron el camino de vuelta a España escoltados.

Llama la atención una crónica que habla de la comitiva de presos españoles y es sobre "un infame viejo, marcado con la señal de la bestia", y es porque a muchos liberales se les marcó una letra "L" de liberal, con un hierro candente. No se libraron de la marca ni las mujeres ni los niños.

Destacaban de Santiago Wall "su carácter firme y conciliador al mismo tiempo, su talento, instrucción, probidad y su valor siempre reconocido, le granjearon constantemente el aprecio y cariño, no solo de sus jefes, sino también de sus subordinados". Fallece el de 1852 en Pamplona. Otros títulos que ostentaba eran el de Señor de Loranque el Grande y las distinciones militares con la Gran Cruz de la Orden de San Fernando y San Hermenegildo.

Fuentes: Coronel de Caballería Jesús Merlo, Gaceta de Madrid, La cruzada de los cien mil hijos de San Luis de André Lebourleux, El Cautiverio de Périgeux (1823-1824) de Francisco José Alfaro Pérez.

Comentarios