Opinión

La parábola del gamo

UN DÍA, hace muy poco tiempo, un gamo herido quedó atrapado en las inmediaciones del río Rato a primera hora de la tarde. Muchos lucenses, conmovidos por la estampa, avisaron a las autoridades e instituciones. Estas, inmersas en una maraña burocrática, no actuaron hasta la noche -Policía Local, Protectora de Animales, servicio de la naturaleza de O Veral, Diputación...-, cuando finalmente dictaminaron la competencia sobre el bicho.
Mientras tanto, el pobre animal yacía tendido, dañado y probablemente sufriendo, tanto por sus heridas como por la ineptitud humana.

Personajes de la parábola: el gamo, que bien podría ser cualquier ciudadano que tenga un problema -sanitario, social o administrativo- y dependa del entendimiento de varios organismos para solucionarlo, con lo dificultoso que resulta ya cuando depende de uno solo; y las instituciones, que se interpretan a sí mismas.

Enseñanza: La bur(r)ocracia no sólo nos dificulta la vida, sino que nos puede llevar a la muerte. Tal vez la marea traiga consigo un mar de eficacia y eficiencia.

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